Una sensible baja tuvo la Educación a nivel distrital con la renuncia de Marta “Tatana” García al cargo de inspectora Jefe por desavenencias con el Municipio y la forma de llevar adelante las políticas del intendente Claudio Rossi, en consonancia con el gobierno del ajuste del presidente Mauricio Macri.

Como adelantáramos, mucho revuelo ha causado la designación de Graciela Rossi, hermana del intendente Claudio Rossi, como directora del Plan FInES, reemplazando a Sandra Sartelli, quien venía ocupando el esa dirección.

Otro de los puntos álgidos que habría causado el alejamiento de García es la (mala) utilización del Fondo Educativo, el cual se ha incrementado con respecto al año anterior. La funcionaria empezó a encontrar palos en la rueda a su labor. Desde el Municipio no le allanan el camino para su desempeño.

Aparentemente esos recursos se utilizan para gastos corrientes, el pago de sueldos y otros rubros que nada tienen que ver con su fin, que es la educación. Parece que el Consejo Escolar tampoco hizo mucho para que García cumpla con sus funciones y no habría advertido al Municipio que el Fondo Educativo es para implementarlo en la Educación.

Párrafo aparte merecen los consejeros escolares, que son 6 en total y los concejales que son 14. Pero ninguno advierte qué es lo que se hace con el Fondo Educativo. Un grupo de docentes y madres están haciendo un relevamiento para constatar si el dinero llega a las escuelas, caso contrario averiguarán dónde se queda.