La situación de este y otros funcionarios municipales que han sido oportunamente desplazados de sus cargos por considerar el propio intendente que no eran competentes para las funciones que se les habían asignado, ya genera malestar entre los demás integrantes de la gestión.

La razón es que se los ha nombrado en otros puestos o se les ha creado alguno, sin que se conozca con clara certeza que tareas desarrollan.

Las molestias se centran casi específicamente sobre el señor Osmar Vivero, ya que resulta público y notorio, como realiza tramites personales en horarios en los se presupone debe estar cumpliendo con el Municipio.

Y otro que le sigue en la poca consideración que tiene de sus colegas, es el agrimensor Della Savia, a quien le endilgan falta de dignidad, al haber anunciado a los cuatro vientos que se retiraba de la función en la Secretaria Vial, por el tiempo que le quitaba a sus actividades privadas y, sin embargo acepto seguir en otro cargo, donde, si lo ejerce con responsabilidad, también tendría que presentársele igual inconveniente.

Y en un contexto de dificultades económicas, el gasto que le significa al presupuesto municipal, no es menor, ya que todos ellos ocupan rango de directores, con sueldos que rondan los 40 mil. que, sumados a los aportes, previsionales y demás costos laborales, suman millones de pesos al año, que los propios partidarios de la gestión, consideran de utilidad para atender  verdaderas necesidades que debe cubrir la Municipalidad.

Muchos de los allegados al intendente Claudio Rossi, observan, que mantener esta situación en el tiempo puede no sólo opacar una gestión calificada como exitosa, sino, también, restarles una cantidad de votantes que puede ser significativa, para una reelección que ya ven como segura.