Gentileza “SIN ANESTESIA” de Salto
Federal B.
Juventud (Pergamino) 0 - Independiente (Chivilcoy) 1
Clasificó Independiente. Ganó la violencia. SE MURIÓ EL FÚTBOL....
Fue una vergüenza. Un bochorno. Podría haber sido un asesinato...
¿Hasta cuándo?
Nada, nada puede justificar lo vivido. Nadie debería...
Clasificó el equipo que haciendo un balance de ambos partidos fue superior, por lo hecho en los primeros 45 minutos del partido de ida. Después hubo 135 minutos más peleados que jugados. El Celeste nunca pudo desplegar su buen fútbol y terminó cayendo preso del nerviosismo. Un nerviosismo que comenzó a generarse después de las declaraciones del técnico del equipo de Pergamino antes del primer chico. Una pena.
Marcelo Acosta, segundo asistente, quien invalidó lo que podría haber sido el 2 a 0 de Independiente marcando orsai, terminó con 11 puntos de sutura en su cabeza (foto 3) y golpes internos, como el árbitro principal Bruno Amiconi.
Mauricio Luna, asistente número 1 (foto 2) no pudo volver a 25 de Mayo. Debió quedarse en el Hospital de Pergamino después de haber tenido ya en el vestuario una convulsión, haber vomitado sangre, haber tenido una pérdida de memoria y de sufrir, además de muchísimos golpes internos, la fractura del tabique. A él, en su casa, lo esperaba su mujer y dos hijos para terminar de festejar su cumpleaños....
Se vivió una aberración. Podría haber sido peor. Por suerte los jugadores y cuerpo técnico de Independiente alcanzaron a salir corriendo antes de que lleguen los hinchas? de Juventud. (Más allá de tener que haber vuelto con el colectivo todo roto).
QUIÉN QUIERA JUSTIFICAR ESTO ESTÁ LIBRE DE HACERLO. PERO, ¿SE PUEDE? ¿SE DEBE?
EL FÚTBOL, ANOCHE EN PERGAMINO, SE MURIÓ... Una pena.