Sin llegar al fanatismo de la prensa adicta que calificó de “memorable” al discurso del señor intendente, sí es de destacar que no leyó ni una coma en el mensaje de poco más de una hora.
Destaco que en la función pública hay que tener contracción al trabajo para concretar los objetivos, y admitió la conveniencia de estar alineados fielmente con el Frente Cambiemos para lograr que tanto Provincia como Nación le den curso a las importantes obras que ya se hicieron y las que vendrán.
Como anuncio más importante a futuro, informó que en pocos días se firmará el convenio con Vialidad Provincial y Nacional para concretar un primer tramo de 17 kilómetros de la ansiada Ruta 45.
Y abriendo su corazón, se dirigió a la oposición del Frente Renovador, a la que invitó a evitar las chicanas, los golpes bajos y las descalificaciones, pero él mismo comenzó mal ya que la denominó vecinalista, término que él mismo detesta. Esperemos que haya sido un lapsus y sus sentimientos sean verdaderos.
Pero donde sí no se puso colorado, fue cuando hablo de integridad moral, justo el que completa un libro de causas judiciales. Y ni hablar de cómo le creció la nariz cuando destacó el Plan de Seguridad.
Esperemos un Honorable Concejo Deliberante que trabaje con madurez y sensatez, dejando de lado las chicanas de las que habla, pero no corrige, el señor intendente. Así que sean ustedes señores concejales, los que brinden el ejemplo.