Para los delincuentes es sencillo, van siguiendo los movimientos del genio de la estrategia policíaca Miguel “Serpico” Núñez, y cuando una cuadra queda sin el ir y venir de los esforzados policías locales, aprovechan la oportunidad y actúan rápidamente.

Esto sucedió en horas tempranas de la mañana de este sábado en la esquina de Colón y Kennedy, donde fue violentado un vehículo utilitario, sustrayendo todo lo que había en su interior. 

Hasta la semana pasada esa calle Colón desde el Boulevard San Martin hasta el Boulevard Larrea era caminada ida y vuelta por dos efectivos de la policía local.

El hecho fue denunciado por los damnificados en las redes sociales, como ya es costumbre en estos últimos tiempos. Y gracias a su existencia, nos enteramos los demás vecinos, ya que para los responsables políticos y policiales no existe inseguridad, y califican a estos actos ilícitos como menores, de poca envergadura, que no suman para las estadísticas, como si a la gente honrada y trabajadora no le costara nada conseguir las cosas que estos ladrones les quitan.

Y a su vez como tampoco confían en la profesionalidad de la policía para resolver satisfactoriamente los robos, ofrecen recompensar a quien aporte datos que ayuden a su aclaración.

Por último resulta incomprensible desde un análisis fáctico de la realidad y, ya también político, que el intendente no disponga la salida del secretario de Seguridad, por lo que concluimos que debe ser muy fuerte el vínculo entre ambos, y con Núñez fuera de juego, los secretos de estado podrían volverse en contra de la integridad judicial del mandatario municipal.

Como diría mi Abu: ¡Qué flor de mafia, nene!