La publicación que este martes realiza en las redes sociales nuestro querido Iván, nos hace reflexionar sobre la trascendencia humana de esta cuestión tan íntima y difícil de sobrellevar. Solo saben de su sufrimiento quienes pasan por estas situaciones en la vida.
Y las ganas que pone Iván para manifestar su compromiso con la lucha por concientizarnos sobre la donación de órganos, merece el apoyo de todos en cada oportunidad en que uno pueda. No es importante si el tiempo que se le dedica es mucho o poco, lo esencial es no ser indiferente.
Y estas palabras de Iván nos llevan al otro extremo necesario para consumar este acto de amor, el donante y su familia, que en el momento de mayor dolor de sus vidas, deciden respetar la decisión del hijo, hermano, padre, madre o amigo que ya no estará físicamente con nosotros, pero si se hará presente en cada oportunidad que nosotros lo llamemos con el corazón.
Esa familia ha sido la de Juan Carlos Cabrera, que están sufriendo un dolor eterno por el fallecimiento de María de los Ángeles, pero ya sentirán en sus corazones sensaciones reconfortantes en medio de tanta tragedia, por haber respetado su decisión.
Nuestros mayores respetos a las Familias de Iván, Juan Carlos y María de los Ángeles. Honremos como sociedad estas historias.