El Municipio, a través de la Secretaría de Seguridad y la Dirección de Tránsito, aún no logra acomodar el caótico tránsito de Rojas, ni cambiar costumbres tan arcaicas como la ciudad misma. Han abusado de los estacionamientos para las motos, cuando lo que en realidad hay que controlar si el universo de motociclistas cumplen con todas las reglas que estipula la ley de Tránsito.
Han abusado enormemente para darle espacio a las motos, cuando en realidad estas no cumplen con los requisitos exigidos por las normas viales. Esta es una preocupación de los propietarios de automóviles, ya que no encuentran un espacio para estacionar su vehículo.
Es cierto, Rojas es chico, hablando de sus dimensiones y bien se podría caminar más para ordenar el tráfico, pero nadie estimula esas acciones y las motos siguen haciendo de las suyas: sin casco, sin patente, sin seguro, transportando más de dos personas y otras infracciones más.
No han reparado los sabios del Municipio que los señaladores y delimitadores de estacionamiento para las motos son un verdadero peligro, dado que no son visibles y están muy expuestos a ser embestidos por las propias motos, bicicletas y hasta automóviles. Como muestra, la imagen. Unos cráneos bárbaros. (www.RojasCiudad.net)