El agua precipitada durante este jueves por la noche y gran parte de la madrugada del viernes vino muy bien en la parte final de la siembra del maíz. Depende la zona, se registró una lluvia entre 3 a 5 milímetros. La ausencia de fuertes vientos y el cielo nublado hace que la humedad se conserve y recargue el perfil del suelo de cara a la campaña de las próximas siembras.
De acuerdo a las proyecciones, hay un aumento en la superficie destinada al maíz con respecto al año pasado y ese aumento está alrededor del 25 %, llegando a cubrir unas tres millones ochocientas mil hectáreas.
El auge en el maíz se divide a su vez en un 60 % a la variedad de primera y el resto a siembra tardía y de segunda. Y el impacto se sintió al principio con el nuevo esquema de retenciones y el mercado estadounidense.