Tal como ocurre habitualmente, al llegar la primavera, el pueblo mapuche la recibe con dos ceremonias, la del rebrote (Pewv) y la de presentación de niños a las fuerzas naturales (Entuzuamn).

En nuestra región la celebración tendrá lugar el próximo domingo 2 de octubre, a partir de las 8 horas, en el territorio de la Comunidad Hermanos Mapuche de Los Toldos. Como en cada encuentro de este tipo, los organizadores invitan a participar del mismo, a todos aquellos que lo deseen, en un marco de compartir con respeto.

Las Ceremonias

Ambas ceremonias se realizan conjuntamente. Se inician a las 8 aproximadamente con el ingreso al lugar sagrado, a manera de reconocimiento, dando dos vueltas en silencio, quedando todos de pie, en semi círculo, mirando al este.

Luego se arma el rewe (lugar puro), donde se clavan cañas portadoras de banderas, ramas de plantas medicinales, vasijas con agua y yerba, instrumentos musicales y elementos que quieran presentarse a los newenes (fuerzas naturales).

Tras ello, los encargados de coordinar la actividad, reparten a todos y cada uno de los asistentes, un vaso que se carga con agua y yerba y un poco de pasto para llevar adelante el petefentun (convidada a la madre tierra), donde cada uno se comunica a su manera con las fuerzas que rigen la naturaleza, mientras va asperjando el líquido (en ese momento se expresa todo lo que cada uno quiere, tanto pedir por lo personal y comunitario como agradecer lo recibido, reiterando que cada uno lo hace a su manera sin nada preestablecido).

Cuando todos han finalizado su “conversa” con los newenes, de manera similar al comienzo, se dan dos vueltas pero esta vez con canto, música y afafan (gritos de alegría por lo que se está compartiendo). Finalizada las vueltas, nuevamente se forma un semi círculo.

Entonces se realiza allí la ceremonia del entuzuamn que, como señalamos al comienzo consiste en la presentación de niños a las fuerzas que nos rigen.

Cada familia, a su turno, se presenta ante el rewe. El padre toma al niño entre sus brazos y lo alza, pidiendo para la criatura los dones que desee. Luego lo pasa a la madre que está a su izquierda quien repite el ritual. Tras ello la mamá se lo alcanza a quien sigue y así cada uno hace lo mismo hasta el último de la izquierda. Esa persona es la encargada de llevar al/a niño/a, pasando por detrás de los que participan, a los brazos de la última persona que está en el extremo derecho del grupo. Esta lo recibe, hace su petición y lo pasa a su vecino, y así sucesivamente hasta llegar a brazos del padre. Finalmente ambos progenitores elevan conjuntamente a la criatura en un espacio de amor y conjunción de fuerzas.

Mientras eso sucede frente al rewe, todos los participantes acompañan con música y expresiones de apoyo comunitario.

Cuando se han presentado todos los chicos, vuelve a repetirse la primera parte, con la convidada a la tierra y las dos vueltas con canto y afafan.

Como cierre ceremonial, se forma ahora un círculo. El lonko (cacique) toma la palabra, se presenta y da la bienvenida a todos los asistentes. Seguidamente y por la derecha, cada uno debe presentarse y expresar todo lo que desee. Cuando todos han hecho lo suyo, se realiza un afafan conjunto, dando por concluida la ceremonia.

Se pasa luego a las tareas, las mateadas, las conversas. Se comparte después el almuerzo y la tarde prosigue en un marco festivo.

Pasada la media tarde, se invita a la concurrencia a participar del desarme del rewe. Se levantan las cañas, se reparten las ramas medicinales, se retiran los objetos que se han presentado y finalmente lo que sobra se entierra como ofrenda a la madre tierra. El lugar queda prácticamente igual que al comienzo, salvo las marcas de donde estuvieron las banderas y el pocito de las ofrendas.

Invitación

Concluyendo esta nota, reiteramos la invitación para los que deseen asistir. Todo es gratuito. Cada uno debe llevar su “provista” (equipo de mate, comida,....), estando dispuesto a compartir con los demás.

Resulta una oportunidad muy linda para conocer un poco más de nuestra propia cultura, avasallada por lo que nos impusieron desde afuera, pero que gracias a la democracia y a la tozudez de los pueblos originarios, ha resurgido con fuerza para ser compartida con quienes respetuosamente deseen hacerlo.