Por Mario Casalongue, Director de RojasCiudad.net. Militante peronista.
Nos dejaste un sábado, querido Norberto “Chano” Aloé, y de repente el cielo se vistió de gris. Nosotros, humildes mortales, continuamos en este mundo caótico, y vos, amigo del alma y compañero peronista, tenés la dicha de ser recibido en el cielo por Perón y Evita, en paz y en armonía.
Recuperaste el municipio de Rojas para el peronismo, luego de décadas de radicalismo, y ser intendente no te cambió en nada. Seguiste siendo solidario, amable, simpático, chistoso, dando siempre sin recibir nada a cambio, sin preguntar a la otra persona credo o ideología. Con una sonrisa eterna. A salvo con tu conciencia.
Apostaste a la juventud. A Pablito Molina, Gaby Boveri (QEPD) y a quien escribe éstas líneas nos diste un lugar de privilegio en el Partido Justicialista de Rojas. Fuiste un segundo padre para nosotros. Nos guiaste, nos aconsejaste. Nos diste protagonismo. Nos hiciste tomar decisiones, erradas o acertadas.
No diste pelota a los alcahuetes de turno que te hablaban de mí como EL ENEMIGO. Te enfrentaste a ellos, les tapaste la boca, fiel a tu estilo temperamental. Te identificabas con mi osadía, porque los dos éramos iguales. No nos callábamos nada, no teníamos filtros, y eso molestaba a muchos.
Pero como decía El General, las casas se hacen con ladrillos, y los ladrillos se construyen con barro, pero también con mierda. Y a veces, la mierda es necesaria.
Hasta pronto, querido compañero peronista y amigo Norberto “Chano” Aloé. Habrá un antes y un después en el peronismo de Rojas. No alcanza una vida entera para darte las gracias por haber sido mi amigo.
Dale mis saludos a todos los mártires que dieron su vida por el peronismo. Nos volveremos a ver algún día, cuando Dios lo decida.
Orgulloso de ser de Rojas, de tu estirpe peronista, heredada del Mayor Carlos Vicente Aloé, tu tío, quien fuera gobernador de la provincia de Buenos Aires, orgulloso de nuestra esencia justicialista, que me une a vos, querido compañero.
No estás muerto. Solo los mediocres mueren. La gente como vos vive siempre en el corazón de la gente y en el recuerdo de todos los que te queremos. Te despido simplemente con un: ¡Viva Perón! ¡Viva Evita! ¡Viva la Patria! Dios te bendiga siempre. Un abrazo peronista a la distancia.