Luego de la primera movilización de su comunidad educativa, reclamando la culminación de los trabajos de refacción para comenzar a dictar clases en condiciones dignas para todos, se destacan algunos hechos que deben dejar sus enseñanzas para un futuro.

Recordemos que esta situación se desarrolla en una institución escolar, y por lo tanto debiera ser una causa que coloque del mismo lado a todos los sectores de la sociedad, sin introducir las mezquindades de la política de partidos, pero sí de las políticas de estado, para gestionar  en beneficio de todos.

Y como punto positivo en ese sentido se puede destacar el gesto de la Cooperativa Eléctrica-CLYFER- que se puso a disposición de la Escuela y luego de revisar el estado de la obra, informó tanto a las autoridades educativas, como a las gubernamentales, que sus operarios están en condiciones de ponerse a trabajar y culminar los trabajos para dejar las aulas listas para el dictado de clases.

En el sentido contrario, hay que lamentar la renuncia del inspector de Educación Técnica Distrital, el profesor Nilo Zalazar, quien tomó esta decisión drástica por sentirse responsable de las mentiras que le hicieron creer sus superiores para que las informara a la comunidad. Por lo cual en un país medianamente normal, estos serían los que se tendrían que haber ido de la función pública, puesto que no está de más decir que Zalazar llegó a ocupar su cargo a través de concursos por méritos académicos, y quienes están en la Dirección General de Escuelas fueron puestos por el dedo de la política.

La renuncia del señor Zalazar, debería hacer reflexionar profundamente a todos los actuales integrantes del Consejo Escolar de nuestra ciudad, como así también a la inspectora distrital de Educación y al inspector de Obras de la Dirección de Infraestructura de la Dirección General de Escuelas, funcionarios que han demostrado un absoluto desinterés y falta de compromiso con esta cuestión, al responder a los reclamos con frases dictadas por superiores que sabían que estaban mintiendo.

El viernes pasado fueron patéticas las expresiones de los consejeros y sus empleados y colaboradores, ya que quienes más hablaron fueron su tesorera y uno de los arquitectos, justificando su pasividad, por tratarse de trabajos, según ellos, cuya tramitación administrativa se realiza en provincia o  nación. Y quien, sino el Consejo Escolar deben gestionar ante Provincia y Nación ¿Cuál es su función? ¿Conocerán los vocablos dignidad y responsabilidad? ¿Están en este cargo para defender la escuela pública, a sus compañeros docentes y a los alumnos? ¿O seguirán siendo solo cómplices de los que cierran escuelas y eliminan servicios educativos?