Finalmente se aclaró lo sucedido el pasado viernes alrededor de las 18.30 horas en el comercio de indumentaria ubicado en la intersección de María Unzué de Alvear y Eva Perón, cuando desde allí dieron aviso a la Policía sobre la presencia sospechosa de dos individuos que ingresaron al local.
Las empleadas creyeron advertir entre las ropas de uno de ellos un bulto que asemejaba la forma de un arma de fuego. Cuando los agentes policiales arribaron al lugar, estas personas ya se habían retirado, y fueron ubicadas a una cuadra de allí en la esquina del Hospital en Avenida 25 de Mayo y María Unzué de Alvear.
Los demoraron para chequear antecedentes, y una vez que pudieron exponer y explicar su situación todo quedo debidamente aclarado, ya que se trataba de dos empleados rurales que se hallaban en las inmediaciones del Hospital, debido a que uno de ellos, precisamente el que fue señalado como el presunto poseedor de un arma de fuego, tenía adosado a su cuerpo un “holter” que se trata de un aparato que registra la actividad eléctrica del corazón durante 24 horas en forma ambulatoria. Ese era el bulto que notaron las comerciantes y que origino toda la confusión.
O sea que estos dos trabajadores debieron pasar por un momento muy desagradable hasta que se clarificó todo.
Recordemos que en este comercio, hace cuatro años, se vivió una hecho delictivo muy grave con un policía herido que salvo su vida de milagro, y quizás esa situación los mantiene en continuo alerta, que en este caso para ellos resultó ser afortunadamente una denominada falsa alarma; pero para estas dos personas que estuvieron demoradas fue un lamentable episodio.