Esta acción se ha transformado en inevitable, visto la sucesión de accidentes que la imprudencia humana ha provocado en estos últimos meses, pagando con un bien que no tiene precio: la vida.

Una obra como el reasfaltado de esta vital arteria urbana, la hemos convertido en la recta de un autódromo, llevando a las autoridades a instrumentar estas medidas restrictivas con la finalidad de intentar baja las inconscientes velocidades que allí se desarrollan.

Con esto, el Municipio atiende principalmente los reclamos de los vecinos de la zona y de los usuarios de la Terminal de Ómnibus, quienes eran los más activos en cuanto a las razonables quejas.

Habrá que observar que resultados va dando esta intervención municipal sobre la calzada, no dejando de recordar que la imprudencia también se manifiesta en los semáforos de las intersecciones con la Avenida 25 de Mayo y con Bicentenario, donde la impaciencia de muchos motociclistas y algunos automovilistas, los lleva a cruzar con la luz roja, potenciando las posibilidades de accidentes, que fatalmente suceden.