En esta oportunidad, los proteccionistas manifiestan sus quejas por las presuntas desapariciones de dos perros que se encontraban en ese lugar y que al ir a buscarlos cuando ya tenían los hogares dispuestos a su adopción, se encontraron con que no estaban más, sin que ningún responsable del área pudiera dar explicaciones.
Simplemente se habrían ausentado sin que nadie se percate de ello.
Se trataba de un boxer macho que había sido abandonado en el lugar y cinco familias estaban dispuestas a adoptarlo. Y un abuelito galgo que ya tenía una familia esperándolo en Buenos Aires.
Un conflicto que se repite periódicamente, sin que hasta el momento se encuentre una solución sensata.
Para finalizar, transcribimos las textuales palabras de la Asociación Amorres Perros Rojas: “Estas situaciones son indignantes y no pueden seguir ocurriendo. Exigimos al Municipio que de una vez por todas se ponga en orden el lugar y se retire a los empleados que no realizan su trabajo, dando así espacio a personas que amen los animales y trabajen para su bien, con dignidad y respeto”.