La naturaleza completó su tarea y, con la tormenta de las últimas horas, derribó un ejemplar que ya había sufrido un importante desmembramiento hace aproximadamente un mes.

Las consecuencias no las sufrió sólo este árbol, sino que,  como ya es casi un clásico luego de  una fuerte lluvia acompañada de viento, también cayeron ramas de regular de tamaño en casi toda la extensión del paseo.

Como ya hemos manifestado en anteriores notas al respecto, se está requiriendo una intervención del área de Parques y Paseos del Municipio para tomar las medidas preventivas que minimicen los riesgos que estos episodios generan sobre la integridad física de los seres vivos.

De acuerdo a la opinión de quienes entienden en la materia se debería atender como prioridad la situación de algunos de los árboles que se encuentran ubicados desde donde cayó este último hacia la zona de la Ruta 188.