Es preocupante la condición de la calzada de esta Ruta nacional, desde el cruce con la Avenida Bicentenario hasta la rotonda que distribuye el tránsito hacia Pergamino, Salto y Colón.
Entre las roturas y las ondulaciones que quedan después de cada parche, se está transformando en un peligro latente para los conductores que circulan por ese sector.
Esto es notorio y evidente en el sentido Rojas-Pergamino donde los desniveles se tornan un obstáculo a esquivar, con el peligro que eso conlleva.
Por lo tanto es una situación que debe generar acciones en concreto desde las autoridades que ejercen la jurisdicción sobre esta Ruta, para aplicar soluciones de fondo, abandonando los arreglos precarios que tarde o temprano terminan teniendo un costo más alto.
Y si ese costo es una vida, ya sería un daño irreparable.