Unas 40 personas se congregaron en Rojas convocadas en las redes sociales para protestar contra los desmedidos tarifazos impuestos por el gobierno nacional en los servicios públicos, la desbandada de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo del salario.
En Rojas, la manifestación se realizó en la Plaza San Martín. Si bien la noche estuvo algo fría, la gente salió igual a reclamar el saqueo que hay al bolsillo. Lo más sorprendente es que el intendente Claudio Rossi avale con su silencio el hundimiento del pueblo a través de la transferencia atroz de recursos.
Bocinazos, gente con cacerolas y carteles sobre todo contra el tarifazo y el ministro de Energía, Juan José Aranguren. La movilización también se expandió a ciudades del interior del país como Mendoza, La Plata, Bariloche y Córdoba, entre otras, donde hubo miles de personas enojadas por el rumbo de la economía.
No se trató de concentraciones masivas en puntos neurálgicos, sino de centenares de esquinas con grupos de gente golpeando cacerolas y alzando carteles en repudio al tarifazo, tema excluyente de la protesta.
“Aranguren renunciá”; “No al tarifazo”, fueron las principales consignas, aunque hubo otras con más ingenio, como “Tarifazo suspendido. ¡Sí se puede!” o “Macri no hay estufa que caliente el frío de tu corazón”.
Como en los peores momentos del kirchnerismo, se movilizó gente para protestar frente a la Quinta de Olivos, donde está el presidente Macri. Y hubo cortes en la Panamericana con quema de neumáticos.
Se trata de la segunda protesta espontánea de la sociedad contra el gobierno de Mauricio Macri y confirma el alto costo político que paga el Gobierno por el mal diseñado y peor anunciado aumento del gas.