LA PLATA, Marzo 02.-(Por JOSE PICON) Si la negociación en curso no vira hacia un acuerdo que parecería por estas horas tan impensado como lejano, el conflicto salarial en la Provincia estallará en toda su magnitud a partir del miércoles.
Las demandas de aumento de los gremios que rondan en algunos casos el 35%, suponen para la administración de Daniel Scioli una meta imposible de alcanzar según admiten en el gabinete bonaerense. “A lo sumo, un 27 y en cuotas.
Y después, todo el año tomando agua”, dicen que fue la frase que se escuchó en los últimos días a la ministra de Economía bonaerense Silvina Batakis, quien describió gráficamente las posibilidades financieras de la Provincia en la negociación paritaria. Batakis, en rigor, venía liderando las reuniones de ministros de Hacienda de varias provincias en busca de acordar una suerte de techo a la negociación salarial.
Pero la cifra mágica del 25% que había trascendido como tope, ya quedó pulverizada por los acuerdos arribados en otras jurisdicciones. Córdoba y Capital Federal lograron cierres que orillan el 31% y en dos cuotas, lejos del 25,5% en tres tramos que planteó la Provincia en el primer encuentro con los docentes.
“El problema es que ahora ya no importa tanto el desenlace de la paritaria nacional docente para mirarla como espejo (que todavía está en veremos) sino los acuerdos que hubo en otras jurisdicciones”, evaluaba en las últimas horas un veterano negociador bonaerense.
ESCENARIO
Frente a ese escenario en el que se cruzan como antagonistas inexorables las pretensiones sindicales empujadas por la inflación y las posibilidades financieras de la Provincia, el conflicto marcado por paros, movilizaciones y miles de chicos sin clases parece imparable en el despuntar de marzo.
“Cerrar un acuerdo va a ser difícil, porque encima la inflación oficial de febrero va a ser parecida a la de enero”, evalúan cerca de Scioli, donde creen que con ajuste del costo de vida que al cabo del primer trimestre del año pudiera llegar al 9%, es poco probable que los sindicatos docentes y estatales sean seducidos con una propuesta anual menor al 30%.
En esa misma línea, una decisión oficial pasó prácticamente desapercibida pero revela que el gobierno provincial piensa que el conflicto salarial quizás se extienda por algún tiempo: llegó a las escuelas bonaerenses una circular que obligó a los directivos a realizar la semana pasada, en pleno receso escolar, las cuatro jornadas anuales de perfeccionamiento docente que habitualmente se cumplen durante el año y con suspensión de clases.
De no haber acuerdo en las reuniones paritarias previstas para el martes, Scioli abrirá el día después las sesiones ordinarias de la Legislatura entre aulas y oficinas desiertas, porque en un hecho no tan frecuente, la totalidad de los gremios de la administración pública, además de los docentes, coincidirá, pese a sus matices y diferencias, en un paro total de actividades.
Mientras se aguarda la definición de las negociaciones salariales, el gobierno bonaerense empezó a plantear algunas iniciativas que se llevarán buena parte del primer semestre del año. En superficie quizás parezca que no tengan puntos de contacto directo, pero los proyectos de creación de la Policía Local y la incipiente discusión por una nueva reforma impositiva, puede que no estén tan desvinculados como parece.
UN SHERIFF
El impulso oficial a la nuevas fuerzas de seguridad dependientes casi con exclusividad de los municipios de más de 70 mil habitantes, llegó a la Legislatura con más dudas que certezas en el propio Frente para la Victoria, donde varios intendentes temen que estén por “comprar” un problema a futuro.
Y no sólo porque a la larga terminarán absorbiendo erogaciones para el mantenimiento de la fuerza, sino porque además podrían quedar expuestos a sumar una alternativa más a las causales de destitución. De ahí que varios alcaldes estén proponiendo la figura del “sheriff”, como colchón y fusible ante un eventual desmanejo policial.
El Frente Renovador de Sergio Massa recibió con entusiasmo la iniciativa por la que viene bregando desde hace meses, aunque anticipó que le pondrá el ojo al capítulo que habla del financiamiento de la fuerza.
Es en ese punto, donde quizás aparezca alguna posibilidad de negociación entre el FpV y el massismo para sacar la eventual reforma tributaria en la Legislatura: acaso parte del ajuste impositivo que se venga sea destinado a solventar la puesta en marcha de las nuevas fuerzas locales, más allá de que el grueso de lo que se recaude apunte a solventar una parte de los no menos de 13.000 millones de pesos que, haya o no acuerdo, demandará el pago del aumento a estatales y docentes.
Un monto que, como se sabe, urge buscar porque no tiene partida asignada en el Presupuesto.(Fuente: EL DIA)