Las autoridades municipales, sobre todo las sanitarias, han salido a transmitir que no hay un brote de shigella en la ciudad, cuando la población sabe que no es así. Familias enteras han consultado a médicos clínicos y pediatras, quienes para sorpresa de todos, han admitido haber atendido dos o tres casos de shigella.
La ecuación es simple, si uno multiplica ese indicador por los médicos clínicos y los pediatras que trabajan en forma privada en su consultorio, y si a eso le sumamos los profesionales que atienden en el Hospital y en los centros de atención primaria de la salud de los barrios y las localidades, podemos concluir que se está ante la presencia de una buena cantidad de personas con shigella.
Este portal no busca ser alarmista, pero sí encender una luz de alerta para estar atentos a lo que pueda suceder. Recordemos que en el año 2004, desde el mismo Hospital se negó el brote de enterocolitis causado por la shigella y sabemos que media población tuvo que ser atendida.
Muchos quedaron con secuelas y otros, lamentablemente perdieron la vida, no por causa absoluta de la bacteria pero con gran incidencia en niños y personas de la tercera edad con otras enfermedades.
Negar la realidad no soluciona el problema, al contrario, si se reconoce es probable que voluntariamente muchos ayudemos a paliar situaciones de semejante tenor. No podemos comernos como sociedad otra vez el cuento de que "acá no pasa nada", cuando sabemos en realidad lo que sucede.
Cientos de niños y adultos mayores se encuentran en comprometidos en su salud por las llamadas enfermedades estacionales, que son propias de la época en que vivimos, pero una cosa es alarmar y otra muy distinta es alertar. Esta segunda instancia es la que preferimos desde RojasCiudad.net.
Las autoridades deberían comunicar lo que verdaderamente pasa y si la situación los supera, deben recurrir a la Provincia, para eso hay una sintonía que gobierna y que no hay que desaprovechar.
Si la Provincia no pudiera atendernos como corresponde por el caos económico que está afrontando, la sintonía continúa hacia arriba y se puede llegar sin ningún problema a la Nación para pedir auxilio.
Deseamos fervientemente que esta situación no pase a mayores, porque, repetimos, No podemos comernos como sociedad otra vez el cuento de que "acá no pasa nada", cuando sabemos en realidad lo que sucede.