Desde esta columna no dejamos de insistir con el lamentable estado de la ciudad en cuanto a suciedad se refiere. Volvemos a decir que calamitoso es la palabra que verdaderamente define el estado de suciedad que hay en la ciudad, ya sea porque se ensucia mucho o porque se limpia poco.
El Estado Municipal está ausente en cuestiones elementales como “recoger la basura” y cumplir con los servicios básicos.
La salud de una población se pone en juego cuando no se limpia correctamente ya que alimañas y toda clase de insectos pululan libremente y sin control alguno.
Los mosquitos aparecieron nuevamente tras las lluvias incesantes, pero ayudados por los pastizales existentes en varios sectores del casco urbano. Ratas, lauchas, cucarachas y otros seres nocivos para nuestra salud han aumentado su presencia en la calle y en los hogares.
Hay tareas de control que no se ejercen y que es potestad absoluta del Municipio. Recorriendo cada uno de los barrios se puede notar la falta de limpieza y las alimañas que salen a hacer de las suyas comprometiendo la salud de una población.
¿El Municipio es incapaz de controlar y exigir que se cumpla con las ordenanzas? ¿El intendente carece de autoridad para que se haga cumplir la normativa vigente? ¿Los funcionarios (son varios) a cargo de Servicios Urbanos fueron avisados de que es hora de trabajar y de cumplir horario? Preguntas que por ahora no tienen respuesta.