La identidad y la autodeterminación que se gestaron el 25 de mayo de 1810 vieron nacer un pueblo y una nación. En el medio, la historia transcurrió regada por sangre morena, alimentada por ideales de independencia, justicia y soberanía; aunque también cercenada por designios absolutos y desestimados por miradas que nunca dejaron de buscar ideales en otros horizontes. Pero el amor por la tierra que cobijaba y extendía sus raíces a las naciones hermanas, generoso y amplio en el abrazo a sus hijas e hijos, nunca cedió la energía de su origen diverso, aguerrido y sediento de voz, a la soberbia de quienes quisieron imponer su grito y su poderío a espaldas de pueblo o a expensas de él.
193 años después de la proclama fundacional, un 25 de mayo de 2003, los valores y las convicciones de un hombre entraron con él a la casa Rosada, y lo escuchamos decir que sólo cuando un gobierno se desentiende del pueblo es que toda la sociedad empobrece, no sólo económicamente, sino moral y culturalmente.
Hace 17 años, ese hombre nos propuso un sueño: reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como nación; construir la verdad y la justicia; volver a tener una Argentina con todos y para todos, recordando los sueños de nuestros patriotas fundadores y de nuestros abuelos inmigrantes y pioneros.
Hace 17 años, Néstor Kirchner nos propuso un país de iguales, una Argentina unida, un país más justo.
Desde ese 25 de mayo de 2003 retomamos un camino en cuyas huellas siempre nos reconoceremos. En su tránsito seremos la palabra que perdimos para recuperar la voz, el cuerpo que nos mutilaron para encarnar la justicia y el espíritu que nos obligaron a fortalecer para mantener siempre ardiente la llama de la lucha.
En su esencia seremos lo que nuestro ser nos reclama: hijas e hijos de una patria libre, justa y soberana.
Bloque de concejales y consejero escolar del Frente de Todos.
Sandra Sartelli – Corina Cuitiño – Ricardo Rivolta – Claudio Ravagnan – Miguel Quintana – Javier Membriani –