“Más de treinta negocios que cerraron sus puertas llegué a contar en los últimos dos meses”, indicó una persona muy instruida que se dedica a llevar estadísticas de los cambios en la ciudad. “Son 33 las persianas que bajaron, por uno u otro motivo, pero todos dentro del plano económico por las políticas de ajuste del presidente Mauricio Macri”, agregó.

La crisis sigue golpeando el bolsillo de los argentinos y Rojas no es la excepción a la regla. Por la cuadra que uno camine hay un cartel de reza ‘Se alquila’. Muchas familias, que vivieron tiempos mejores, se ven en la obligación de dar de baja sus actividades y buscar alguna changa, porque trabajo formal tampoco hay.

Hasta la firma del Peladero Bertone Hermanos se ve en aprietos y redujo su faena a tres veces a la semana. A última hora y contrarreloj, desde el Municipio hicieron lo que pudieron para que la empresa no cierre. Hasta trajo a un Ministro de la Provincia, el de Trabajo, más precisamente. Sostuvieron hasta que pudieron la situación y en esta semana Bertone dejó cesantes a unos diez ‘changarines’ de la planta procesadora de pollo.

Justamente, Desde el Municipio se hace poco y nada para crear fuentes de trabajo. Es peor aún la situación: siguen despidiendo empleados sin justa causa, sin preaviso, dejando a familias en la calle. Al igual que el Gobierno nacional, el de Rojas no tiene sensibilidad social. Muchas personas fueron a entrevistarse con el intendente Claudio Rossi y este nunca está o no los atiende.

El radicalismo basó parte de su campaña diciendo que el intendente Martín Caso no atendía a la gente, cuando eso se demostró que no fue así. Rossi directamente no está en su despacho. No atiende a nadie y sigue despidiendo empleados municipales.