Por Martín López Lastra,
La capital bonaerense se ha convertido últimamente en el escenario central de la puesta en escena de disputas que luego se convierten en la prioridad de la agenda política. No sólo por su esencia de institucionalidad, como sede de los tres poderes provinciales, sino por resultar elegida para la gran puesta en escena de anuncios e ideas-fuerza que luego se transforman en compromiso en futuras acciones.
Francisco de Narváez y Margarita Stolbizer, dos importantes protagonistas de los últimos años en la vida política provincial, ya despejaron dudas acerca de cómo ven las etapas inmediatas y mediatas con vista al 2011, año clave por la renovación de mandatos en el Poder Ejecutivo provincial.
De Narváez lanzó su compromiso de acudir a las internas del justicialismo eligiendo a esta estructura partidaria como legitimadora del poder o de sustentación de su candidatura a gobernador.
El multimillonario empresario y diputado nacional tal vez dio dos mensajes simultáneo, uno más periférico y otro que podría servir de mensaje cifrado para la totalidad del espectro justicialista. En el primer caso decide correr el riesgo y responde con una fuerte decisión la frase provocativa lanzada unos días atrás por el Jefe de Gabinete Alberto Pérez, quien aseguró sin sonrojarse que quien no se presentaba a internas había "arrugado". La referencia era al ex presidente Eduardo Duhalde y al diputado Felipe Solá, pero también aludía a varios dirigentes más que hicieron las valijas hace un tiempo.
Esta participación en las internas por parte del legislador no es importante como novedad. Esto ya se había anticipado de parte de varios dirigentes y legisladores de su estructura, reconociendo, ante todo su origen peronista.
Lo importante del anuncio de De Narváez es una ratificación a partir de que quien enuncia es el máximo responsable de las decisiones de la estructura que conduce. Ante la vista del gran jurado público no hay vuelta atrás. Y salvo que demuestre un escándalo lo suficientemente evidente en cuanto a posibles irregularidades difícilmente pueda abandonar su condición de de esclavo de sus palabras.
El dirigente apodado "colorado" por su entorno hace una apuesta importante. Tranquilamente podría seguir su camino directo hacia las urnas, teniendo en cuenta su buena perfomance del año pasado ganando a quien debía ganarle en una elección legislativa. Supuestamente sigue comandando el primer lugar en las encuestas de preferencia del electorado. Pero decide elegir el gran túnel donde hay una sola salida para varios aspirantes.
¿Era lo que necesitaba De Narváez para fortalecer imagen? ¿Una decisión arriesgada? Mientras se esperan las mediciones correspondientes, los militantes y seguidores de su espacio avanzan en la posibilidad de acrecentar el número de adhesiones y sobre todo, con una máxima política que debe cumplirse y es lograr las definiciones de la primera hora. Para cuando alguien gana ya es demasiado tarde. Y esta es la parte más codificada de su mensaje: procurar que el militante vaya definiendo su camino militante en la batalla que ya tiene sus preparativos.
El confronte final pasará por afinar su puntería contra el gobernador Daniel Scioli y minar sus potencialidades y fortalezas de la gestión. Sin embargo, aceptar concurrir a internas en el partido justicialista, dominado por el kirchnerismo, hace que el denarvaísmo sea una suerte de oficialismo crítico. Esto, si se parte de la acepción más amplia que implica pasar a ser parte y, en cierta medida, aceptar las reglas de juego del partido gobernante. Que como todo partido tiene reglas de juego, determinadas pautas de estilo que se supone deben ser respetadas por todos sus integrantes, aún los recientemente reincorporados. En otros comicios ha funcionado el status de oficialista crítico como más opositor que quienes participan en otros partidos. Pero todo es sometido a permanente experimentación y los misterios están a la orden del día en ese sentido.
De esta manera, la suerte está echada y habrá una batalla importante que puede llegar dimensionarse aún más si se agrega, como cuña o como síntesis, la figura de Hugo Moyano, quien no negó sus aspiraciones de gobernador muy inducidas desde su entorno en
También ha sido importante el mensaje que Margarita Stolbizer, referente del GEN, ha enunciado en torno a las perspectivas de construcción política electoral de cara al 2011. En ese sentido, la diputada, como cabeza de conducción de una importante estructura de legisladores e intendentes no duda que el futuro del armado no peronista pasa por la recreación del Acuerdo Cívico y Social. Obtuvo un digno tercer puesto electoral en
La dirigente parte de la base de un razonamiento lógico de transitividad. La gran mayoría de los dirigentes de ese frente electoral han logrado incrementar su referencialidad actual a partir de ese amplio espacio. Mientras otros dirigentes como Carrió o Cobos intentan la vía de reconstituirse como íconos de liderazgo convocante, Stolbizer cree que hay que dar por agotada esa vía. No existiendo un referente individual que amalgame esa base importante cuantitativa lograda en votos en 2009, la referencia vuelve a ser el espacio alternativo.
Con ella suele coincidir Ricardo Alfonsín desde el espacio radical, pero allí se avecina una primera batalla con el dirigente Leopoldo Moreau, recuperando viejas etapas de rivalidades de inicios del 2000 por los Comités Nacional y Provincia. Pero resuelta esta contienda, el debate podría generarse nuevamente.
La hipótesis de un armado heterogéneo pero con señales de unificación en el discurso y en la acción puede ser importante hasta en su proyección si, como se anticipó esta semana, el justicialismo simplifica la cantidad de candidatos. Con lo cual habría dos grandes fuerzas en pugna en el 2011.
Fuente: Agencia NOVA