Pero exclusivamente la de los familiares de su titular Nora Calderone. Quien sin ningún pudor gestionó para su hijo un cargo en el Corralón Municipal, con el cual obtiene una remuneración de alrededor de 40 mil, sin saber siquiera los propios empleados del lugar, cuál es su función.
Y enseguida, viendo la oportunidad de ampliar su cartera de negocios, no dudo en hacerle abrir un negocio a su sobrino, para que se encargue del corte de pastos. Es decir al mejor estilo Lázaro Báez se crea una empresa de la nada, para facturarle solo al Estado Municipal por trabajos que no solo nadie controla si son realizados, sino que, en el sector privado resultan más económicos.
Seguramente desde su moral, justifican estos hechos por no calificar como ilegales. Pero no cabe duda que si son objeto de muchos calificativos que hacen a la decencia, la honestidad, la vergüenza, la integridad y el decoro que deben observar quienes detentan un cargo público.
Los antecedentes de esta funcionaria nos marcan que ha incursionado en la política para gestionar beneficios personales y familiares, y así se maneja, basta como muestra recordar que durante todo el pasado año utilizó los recursos de su área, entre ellos la harina para que su hija "colaborara" en todas las actividades organizadas para cubrir los costos de la fiesta de egresados. Como su conducta cuando concurre a un hogar que necesita de su ayuda, y no se la brinda si confirma que estos vecinos tienen alguna afinidad con Gustavo Vignali y/o algún político o simpatizante de otro signo. Una bajeza absoluta.
Y como seguramente siempre aparecen personajes que justifican estos comportamientos porque todas las gestiones municipales anteriores lo hacían; les decimos con claridad que todos los que actúan así, ustedes y los que los antecedieron, recibirán los mismos calificativos de nuestra parte y de la sociedad que ya no tolera más estos privilegios que creen tener quienes detentan temporalmente el poder.
Calificativos para todas y todos: deshonestos-sinvergüenzas-indecentes-inescrupulosos-amorales-venales-indecorosos- y muchos más que la Real Academia nos brinda, pero que nos reservamos para quienes persistan en actitudes como las de esta funcionaria, funcional a sí misma.