Se reiteran las quejas de los vecinos sobre la conducta de algunos inspectores de tránsito.
Puntualmente se refieren a excesos verbales, amenazas y cierta discrecionalidad en el ejercicio de su función.
Para ejemplificar con un caso concreto, este viernes en la zona céntrica, un inspector, al indicarle a un ciudadano que debía mover su vehículo del frente de una garage, utilizó palabras que generaron una breve discusión que pareció finalizar cuando el conductor retiró su auto del lugar.
Grande fue la sorpresa e indignación de este automovilista cuando se bajó del coche y fue duramente increpado por este empleado municipal, quien lo amenazó, manifestándole que se cuidara de él, que ya lo iba a ir a buscar cuando no tuviera el uniforme puesto.
Para finalizar este episodio lamentable, podemos afirmar la existencia de una filmación del mismo, que no publicaremos, por respeto a quienes hacen su trabajo como corresponde, haciéndole entender a los ciudadanos que están cometiendo una infracción.
Entendemos, por lo que hemos visto, que este inspector, deja mal parados a los compañeros que cumplen con su deber, pasando en muchas oportunidades malos momentos, pero sin recurrir a los insultos y amenazas de agresiones para hacerlo.
El otro tema cuestionado es la discrecionalidad con se manejan determinadas situaciones de tránsito, exigiendo el cumplimiento estricto de las normas a unos y mirando para otro lado cuando el infractor es alguien de su conocimiento o socialmente se supone ubicado en una instancia superior.
En este caso en particular, una de las infracciones más reiteradas se evidencia, en algunos kioscos ubicados en tradicionales esquinas de la ciudad, donde son multados o advertidos correctamente, aquellos vecinos que estacionan indebidamente sus autos cuando bajan para hacer una compra en esos locales, sin que suceda lo mismo cuando el utilitario propiedad de un concejal, que distribuye hielo, comete igual infracción, en esa zona, llegando a colocar las ruedas sobre la vereda en varias oportunidades, a la vista de estos servidores públicos que optan por dar la espalda a esa falta de tránsito.
Para finalizar y, dejando en claro, que se trata de una función que expone a estos trabajadores a vivir momentos de tensión en el ejercicio de su deber; estimamos que estos hechos irregulares deben ser corregidos por la autoridad del área, para evitar que en algunos de estos casos, haya que lamentar un suceso irreparable.
Sin ánimo de plantear sensaciones alarmistas, hay gran cantidad de incidentes de transito que han culminado de la peor manera. Evitemos esto en nuestra comunidad.