Las calles Dorrego, Emilio Mitre y Betzebe aún permanecen anegadas, y a esto se le agrega la falta de recolección de residuos, lo que forma una combinación que deprime a cualquiera que se llegue al lugar.
Se notan a simple vista las marcas del paso del agua en las viviendas en que ya se retiró.
También se percibe la impotencia de los vecinos que observan que esta situación seguramente se va a repetir y no vislumbran acciones desde el Estado para planificar y ejecutar las obras que solucionen definitivamente la cuestión.
Y mientras los habitantes del Barrio aguardan el retiro del agua, esperan igualmente la ayuda de los vecinos con materiales de limpieza e higiene personal, que el Municipio no puede adquirir por la cantidad de masa salarial que debe pagarle a sus propios funcionarios, y entonces nos pide a nosotros los ciudadanos que nos hagamos cargo de socorrer a quienes están pasando este mal momento.
Lo patético, vergonzoso y degradante es que, oficialmente el Municipio pida esta colaboración a la población, a través de comunicados de Gobierno. Desconocen totalmente la historia de solidaridad de nuestro pueblo, que siempre se organiza para brindar auxilio y ayuda a sus hermanos compatriotas sin que se lo supliquen desde el Estado.
Son hechos, no palabras.