La provincia

A 16 meses

Scioli este sábado en un barrio de San Miguel, tras una semana de enojo político-electoral
Scioli este sábado en un barrio de San Miguel, tras una semana de enojo político-electoral

LA PLATA, Junio 06 (Por Marisa Alvarez) El clima político ha ganado últimamente niveles de agitación y movimientos propios de los tiempos en que las elecciones ya son inminentes. Faltan, sin embargo, unos 16 meses para los comicios generales y aunque las tensiones tienen que ver en algunos casos con candidaturas presidenciales, la pertenencia de la mayoría de los dirigentes involucrados -y/o el lugar donde intensifican sus movidas- hacen que las turbulencias tengan epicentro en territorio bonaerense.

 

Con relación a los 16 meses que faltan para las elecciones -en las que los bonaerenses elegiremos de todo: presidente, gobernador, intendentes, diputados y senadores nacionales, legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares-, tal vez correspondería advertir que en el propio oficialismo hay quienes ya conjeturan que, si las encuestas así lo "ordenaran", el gobierno nacional -y por lo tanto, con seguridad, el bonaerense- podría adelantar la fecha de la votación. Pero por ahora conviene atenerse a lo que cree la mayoría: que en el 2011 habrá elecciones internas en agosto y generales en octubre.

 

FURIA Y PREOCUPACION

 

Con ese cronograma a la vista, la expansión de la versión que dice que Néstor Kirchner analiza con entusiasmo la posibilidad de que Daniel Scioli vuelva a acompañarlo, como en el 2003, en la fórmula presidencial provocó una combinación de furia y preocupación en la Gobernación.

 

La versión sacudió al sciolismo cuando todavía estaba tratando de superar la brusca caída de la expectativa de que el Gobernador pudiera ser el candidato presidencial del kirchnerismo en el 2011, generada por el propio Kirchner hace apenas -un siglo en la política- tres meses. Concentrado desde hace algunas semanas en consolidar la perspectiva de su reelección, Scioli apuntó los cañones contra los "rebeldes" del peronismo oficialista, acusándolos de "inventar" que Kirchner piense en llevarlo otra vez como su vice. Concretamente, aunque sin nombrarlo, la Gobernación acusó al hombre de ese segmento que no lo blanquea pero -todo el mundo lo sabe- aspira a ser candidato a gobernador, el intendente de Tigre Sergio Massa.

 

Pero Scioli no sólo puso énfasis para endilgar esa versión a un competidor por la Gobernación. También dejó en claro, con su enojo, cuánto le molestaría que lo sacaran de la cancha provincial para hacerlo jugar en el segundo término de una fórmula presidencial. Y mostró sin titubeos que rechaza absolutamente esa alternativa. ¿Un mensaje, por las dudas, para Olivos? Fuentes calificadas señalan que son hombres del ultrakirchnerismo, y no de la franja rebelde, los que hablan de esa posibilidad. "Al que le quepa el sayo que se lo ponga", dijo Scioli, por lo pronto, en algún punto de su subrayada negativa a la opción de ser candidato a vicepresidente, ampliando además, sorpresivamente, el espectro de alternativas oficialistas para la Casa Rosada, para anotar un segundo nombre en esa lista hiperescueta: el de Cristina Kirchner.

 

El rechazo al "invento" fue acompañado por la aparición de pintadas de "Scioli Gobernador" en el Conurbano y enfáticas menciones de encuestas que mostrarían a Scioli con la mejor imagen en la Provincia y la mejor intención de voto para gobernador. Lo cierto es que los sondeos disponibles lo muestran recuperado de la caída de hace unos meses y bien posicionado. Pero, con algún descenso con relación a niveles anteriores, Francisco De Narváez -que comenzó a rastrillar otra vez, casi con ritmo de campaña, la Provincia, visitando barrios y armando esquemas distritales- se mantiene firme en la carrera provincial, en la que también tercia Massa con altos niveles de imagen y adhesión. Todo esto, a 16 meses de las elecciones. A un siglo de distancia. ¿O falta menos?

 

Por su lado, Felipe Solá eligió la capital de la Provincia para ponerse en marcha desde su reafirmada aspiración presidencial. Se propone recorrer sin pausa el país, para instalar su candidatura y llegar a fin de año posicionado en la carrera. Mientras tanto, se muestra confiado en una unificación de todos los espacios que componen -o, en que se descompone- el peronismo antikirchnerista y en un acuerdo por las candidaturas. Es inflexible con el criterio de que ese espacio no debe participar en la interna del PJ oficial; y pronostica que, con un postulante sólido del PJ disidente, Mauricio Macri no sostendrá su candidatura presidencial.

 

Para ponerse el traje de candidato a la Rosada, Solá completó su cuadro de hipótesis con el vaticinio de que tres espacios participarán de esa contienda: el kirchnerismo, el peronismo anti K y el radicalismo; y el convencimiento de que la gente quiere un cambio pero las heridas de la crisis del 2001 aún le juegan en contra a un sector dominado por la UCR.

 

El radicalismo, justamente, librará hoy en tierra bonaerense en las urnas una batalla que superará ampliamente la formalidad de elegir autoridades partidarias en los comités de la Provincia. Por esa conducción, Ricardo Alfonsín confronta con el tándem histórico Federico Storani-Leopoldo Moreau. Pero la alianza de Julio Cobos con éstos últimos para esta elección bonaerense tendrá un efecto inevitable: incidir en la puja, ya abierta, entre Cobos y Alfonsín por la candidatura presidencial. Aunque también para ellos, claro, falten 16 meses para las elecciones generales. ¿O falta menos? (Fuente; EL DIA)

 

 

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