Desde el Gobierno municipal y algunos de sus medios de prensa como El Portal de Rojas, salieron no solo a desmentirnos, sino también a acusarnos de amarillistas y sensacionalistas por nuestro informe referenciado en el título de la presente.
Atento lo delicado y serio del tema, no vamos a perder tiempo en contestar agresiones que solo van a desviar el verdadero sentido de la información. Sobre todo con quienes resultan unos mercenarios de la verdad, acomodándola al mejor postor, como lo evidencia la publicidad de Monsanto, a quien como el actual Gobierno, hace dos años la consideraban poco menos que una empresa genocida y hoy son casi socios y amantes.
Nuestra gran diferencia con estos oportunistas, es que nosotros reflejamos lo que vive el ciudadano día a día y, precisamente las fuentes principales de las noticias trascendentes, son los vecinos que merecen nuestra absoluta confianza, ya que en esta realidad buscan quien cuente los hechos tal como ellos los vivieron, sin tergiversarlos o acomodarlos a algún interés en particular.
Con esta temática que involucra a niños, que podrían ser nuestros hijos o nietos, hay que activar todas las alertas, no quedarse en la posición cómoda de tratar de sensacionalista a quién coloca los hechos a consideración de la opinión pública.
Aquí en nuestra ciudad no se han realizado las denuncias en sede policial, ya que así lo han decidido los padres de quienes habrían pasado por esta situación, pero como ya dijimos en el anterior informe, estos hechos se han replicado en las ciudades vecinas, y en Colón una mamá sí realizo la denuncia como lo reflejamos con la copia del acta que acompañamos.
También adjuntamos las capturas de pantalla de las manifestaciones de los vecinos ratificando la veracidad de estos sucesos.
Para ir finalizando, ha quedado contundentemente demostrado que los vecinos necesitan informarse con la verdad, que se refleje en los medios de prensa lo que ellos viven a diario, sin ocultar nada, y esa es la razón por la cual cada vez más ciudadanos consultan nuestra página de noticias que vuelca la pura realidad, sin negarla.
Y para cerrar por ahora el tema, basta un pequeño comentario que muestra cómo las autoridades políticas y policiales por un lado niegan estos supuestos, y por el otro toman la sabia decisión de colocar desde ayer a dos policías locales a la entrada y salida de las escuelas, tal como habíamos aconsejado en la nota anterior.
Tal vez les está faltando algo que se llama sensatez.