La Provincia

Solución de fondo

LA PLATA, Mayo 02.-(Por Marisa Alvarez) En la semana que pasó, el gobierno de la Provincia resolvió cancelar parte del dinero que tomó prestado en los primeros meses del año por el mecanismo de emisión de Letras de la Tesorería de la Provincia. Pero simultáneamente tomó “crédito” por otros 200 millones de pesos. Estas operaciones reflejan la permanente urgencia que afronta el Estado en materia de recursos. Por eso, la postura que asumió en estos días el Ejecutivo bonaerense en el seno del bloque que nuclea a los gobernadores justicialistas cobra inquietante relevancia.

  

En lo que va del año, la administración de Daniel Scioli salió varias veces a tomar fondos del mercado interno, por un total superior a los 400 millones de pesos mediante la colocación de Letras. Obtuvo ese financiamiento a corto plazo -cinco meses como máximo- y pagando tasas del 12% al 13% anual, un nivel disparatado en un mundo que funciona con tasas del 2% al 3% promedio. Todas las características de la operación dejan, en suma, en evidencia la necesidad de recursos que la Provincia afronta mes a mes.

  

Ahora, como se decía, el gobierno provincial formalizó los pasos necesarios para cancelar los primeros vencimientos de esas emisiones de Letras, por 200 millones de pesos. Pero simultáneamente salió a colocar nuevos títulos por ese mismo monto, completando un circuito que, lejos de un financiamiento genuino, de largo plazo y a un costo razonable, se parece bastante a una bicicleta financiera.

  

La situación no resulta sorprendente, en el marco de una administración que tiene vedado el crédito externo -que se otorga en condiciones “más normales”- y que ya admitió a fines del año pasado, a través del Presupuesto que elaboró para este ejercicio, una necesidad de financiamiento de casi 11 mil millones de pesos sin contar la mejora salarial a los estatales, que ronda unos 3 mil millones más.

  

El desfinanciamiento del Estado bonaerense tampoco es una novedad. Se trata de un problema estructural y crónico. Pero lo que revela la apelación al mecanismo de las Letras es la agudización de esa problemática. Refleja que la estructura deficitaria de la Provincia está tocando fondo y exige soluciones de fondo que no pasan, aunque se trate de aportes aliviadores, por la concreción de obras públicas y la aplicación de programas sociales financiados por la administración nacional. Para lo que faltan cada vez más recursos es para que el Estado bonaerense cumpla sus funciones esenciales en materia de salud, educación, justicia y seguridad.

  

Y de “solución de fondo” vino hablando justamente el gobierno provincial en las últimas semanas. Definió así una reforma del sistema de coparticipación federal de impuestos, en el que el Estado bonaerense se encuentra en una notoria situación de doble injusticia e inequidad, porque no recibe recursos proporcionales a su aporte a la recaudación total de los gravámenes (el 40%) ni a su población y sus niveles de pobreza y necesidades básicas insatisfechas (también alrededor del 40%).

  

El planteo de esta “solución de fondo” desde la administración de Scioli fue consecuencia de su adhesión al anuncio de Néstor Kirchner de que impulsaría desde la estructura orgánica del PJ una reforma de la coparticipación. Y el concepto reflejaba el argumento por el cual desde el gobierno bonaerense no se apoyaron los cambios a la ley del impuesto al cheque que promueve la oposición en el Congreso nacional en busca de que las provincias reciban mayores porcentajes de ese recurso. Era un modo de argumentar que esos cambios eran “un parche”.

  

Pero una reforma de la coparticipación que reconozca la injusta distribución de esos recursos con relación a Buenos Aires es, en efecto, una “solución de fondo”. Por eso resultó auspicioso el posicionamiento del Ejecutivo provincial, aún cuando un reparto distinto de la recaudación del impuesto al cheque aportaría ya mayores recursos frente a un proyecto que, en el mejor de los casos, se cristalizaría en el 2011.

  

Pero también precisamente por eso, resultó llamativa la repentina postura del gobierno bonaerense, asumida en la reunión de gobernadores peronistas realizada en la semana que pasó. Los mandatarios celebraron el primer plenario citado para, como había anunciado Kirchner, empezar a debatir la reforma del sistema de coparticipación. Pero Kirchner faltó a la cita -lo reemplazó el ministro Randazzo- y el gobierno bonaerense avaló una propuesta de otros gobernadores que pasa por no tocar el sistema de coparticipación, sino por la creación de un fondo que se irá “llenando” con los montos de recaudación que superen los de este año y que se distribuirá, según dijeron, para “para salvar las injusticias” del actual reparto.

  

La propuesta está en pañales, pero suena a ley que en cualquier momento puede ser derogada o modificada en perjuicio de los bonaerenses, como lo fue la que alguna vez le aportó a esta provincia el “Fondo del Conurbano”. Suena a “parche”. No suena, en fin, a “solución de fondo”: el sistema de coparticipación, por el que seguirá pasando el grueso del dinero en juego en el país, será mantenido, con sus injusticias e inequidades intocadas. Y habrá que ver qué dice la Legislatura bonaerense, que acaba de formar una comisión para acordar entre todos los bloques políticos una propuesta de reforma de la coparticipación. (Fuente: EL DIA)

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