La Provincia

Sintonías

Scioli con Néstor Kirchner, en la comitiva que acompañó esta semana a la Presidenta a Washington.
Scioli con Néstor Kirchner, en la comitiva que acompañó esta semana a la Presidenta a Washington.

LA PLATA, Abril 18.- (Por Marisa Alvarez) El viaje relámpago del Gobernador a Washington, sólo para cumplir con la invitación de la Presidenta a integrar su comitiva -por la situación crítica del vicegobernador Balestrini, participó sólo de las últimas 48 horas de la permanencia del grupo argentino en esa ciudad-, es un buen ejemplo de la altísima sintonía alcanzada en estos tiempos entre los gobiernos nacional y provincial o, si se quiere, entre Daniel Scioli y los Kirchner. Quizás sea éste el punto más alto de sintonía desde que ambas partes se instalaron en sus actuales roles.

 

Scioli sigue por estas horas con particular atención el proceso de canje de la deuda nacional aún en default. Su satisfacción por el lanzamiento de ese operativo la expresó, por caso, en un llamado de "felicitación" a Amado Boudou apenas el ministro de Economía terminó de hacer el anuncio por televisión.

 

Detrás de esa expectativa está, en rigor, la grave situación deficitaria de la Provincia -10 mil millones de pesos de necesidad de financiamiento para este año, según las cuentas del propio gobierno- y la posibilidad de que el acuerdo de la Casa Rosada con los bonistas le permita a Scioli tomar fondos prestados en el mercado internacional, hoy cerrado para el país.

 

CUESTION DE COSTOS

 

La administración bonaerense viene tomando fondos en el mercado interno para poder afrontar las obligaciones de pago de cada mes desde comienzos de año, a tasas del orden del 13% anual y plazos cortos que no llegan ni a los dos meses en algunos casos. Esa es la tasa que la Presidenta suele poner de ejemplo como "disparatada" cuando defiende el pago de deuda con reservas para que el país pueda obtener financiamiento en mejores condiciones. Y en el gabinete de Scioli estiman que tomar fondos prestados en el mercado externo, donde las tasas rondan el 2% anual, le facilitaría, por lo menos, endeudarse a un costo notoriamente inferior.

 

Aún urgido como está por financiamiento, no obstante, el Gobernador reafirmó también su alineamiento con el gobierno nacional en su rechazo a una mayor participación de las provincias en el reparto del impuesto al cheque, en una semana clave para ese proyecto opositor, ya que el miércoles fue tratado por el Senado. En esa materia, Scioli ha decidido dar por segura la promesa de Néstor Kirchner de impulsar, desde el PJ, una reforma del reparto de los recursos de la coparticipación impositiva federal.

 

En ese marco, por estos días el Gobernador enumera las reuniones de Cristina con los presidentes Obama y Medvedev y la visita de Estado de la Presidenta a Perú, para subrayar "la inserción internacional" del país. Comenta, convencido, los análisis y pronósticos optimistas de Néstor Kirchner sobre la economía argentina para los próximos dos años. Da por virtualmente superada la crisis del campo, al menos en territorio bonaerense, y el malhumor que ese conflicto había generado en las ciudades del interior. Y sostiene que, con la suma de estos factores, se viene un tiempo de recuperación de las gestiones oficialistas.

 

NEGOCIACION POR UNA LEY

 

En los temas de gestión estrictamente provinciales, Scioli mantuvo una primera reunión con Federico Scarabino, a cargo interinamente de la presidencia del Senado debido al crítico estado de salud que atraviesa el vicegobernador Alberto Balestrini. En ese encuentro, el Gobernador recordó que el Ejecutivo sigue esperando que el Senado dé curso al proyecto de ley de contravenciones que reclama el ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, para otorgarle a la Policía "mayor poder de actuación en la calle". Y Scarabino se sinceró. "Así como está, el proyecto no pasa", le dijo, desde el entendimiento de que el oficialismo ya no tiene mayoría en la Legislatura y la iniciativa de Stornelli ha sido duramente cuestionada por diversos sectores. Ambos acordaron, entonces, invitar a los jefes de los bloques políticos a proponer reformas para acordar una ley "potable".

 

DOS SIN SINTONIA

 

Quienes no atraviesan precisamente un momento de sintonía son los líderes de Unión Pro, Mauricio Macri y Francisco De Narváez. Y la razón de ese cortocircuito -la aspiración presidencial del diputado nacional- comenzó a tener un rebote negativo en su propia tropa bonaerense, legislativa y territorial.

 

No es que a los denarvaístas les preocupe que su jefe complique, con su aspiración presidencial, el objetivo idéntico que tiene Macri desde hace mucho tiempo. Lo que los inquieta -dicen, por ahora en reserva- es que, lanzado a recorrer el país y enfrascado en la estrategia nacional, De Narváez "está desatendiendo a la dirigencia bonaerense".(Fuente: EL DIA)

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