Panorama político bonaerense

Asoman los planes con vista al 2011

El oficialismo ya analiza escenarios en la provincia con la mira puesta en las elecciones del año que viene. Las dudas en Moyano. La compleja sociedad de dos intendentes post kirchneristas.
El oficialismo ya analiza escenarios en la provincia con la mira puesta en las elecciones del año que viene. Las dudas en Moyano. La compleja sociedad de dos intendentes post kirchneristas.

Por Martín López Lastra

 

Circunstancias inesperadas y no deseadas posiblemente hayan influido en el humor del gobernador Daniel Scioli.  Esto es por la delicada situación acaecida hace más de una semana y que es de conocimiento público y que motivó su postergación en el viaje al exterior para acompañar a la Presidente Cristina Fernández.

 

En lo inmediato está, por supuesto, lo afectivo hacia su compañero de fórmula y de aquel desafío que se inició en 2007 cuando Scioli convocó a Balestrini para que lo acompañara en la difícil tarea de gobernar el primer estado argentino.

 

De manera más mediata, la situación inesperada obliga a repensar su proyección con vista a los próximos comicios.  En círculos muy selectos del oficialismo la idea de Scioli presidenciable estaba muy ligada a una importante reserva doctrinaria y de estilo. Sobre todo una idea de continuidad para poder ratificarla en una especie de plebiscito en las urnas.  Pero difícilmente se pueda cristalizar esa variable, a la luz de acontecimientos que afectaron a protagonistas considerados como claves en esta historia.  Lo ocurrido con Alberto Balestrini, a partir de su accidente cerebro vascular, ha sido desgraciado y lamentable en lo personal, familiar y en el entorno de sus amistades y afectos. Pero también lo es en el marco de las futuras etapas que debe transitar el proyecto oficial.

 

Mientras las penurias tallan el ánimo de los protagonistas del kirchnerismo, algunos dirigentes en silencio y otros más expuestos ante la gran vidriera pública arman sus plataformas de despegue hacia eventuales candidaturas provinciales.

 

La siempre latente candidatura de Francisco De Narváez al sillón de Dardo Rocha tiene un compromiso mayor en función de su sueño iniciado hace ya tres años y con su vigilante observación y control de la administración Scioli.  Mientras alguna novedad legal no le signifique al multimillonario empresario torcer el viraje del recorrido hacia la Casa Rosada, persistirá en su intención de erosionar la imagen del oficialismo y proponerse como alternativa.  

 

En tanto, envuelve un halo de misterio la posible postulación del poderoso Secretario General de la CGT, el camionero Hugo Moyano.  Tras un fuerte impulso observado el año pasado, de acuerdo a lo mostrado en los movimientos de sus seguidores, parece haber algún freno en ese sentido.

 

Según se pudo confirmar, el dirigente sindical se tomará todo el tiempo posible esperando algún tipo de vía libre para participar de internas hacia mediados del 2011.  Esto significa que todo deberá partir de una decisión de los Kirchner, quienes, ante el panorama de la última derrota podrían designar un nuevo delfín o mantener la propuesta de reelección de Scioli.

 

Moyano no ha manifestado una plena convicción a raíz del gran esfuerzo que le está demandando su rol en la central sindical que, por otra parte, tiene a la vista a sectores y rivales amenazantes.  Quienes saben del tema indican que los más influyentes para que Moyano opte por su carrera a la gobernación vienen de su entorno más íntimo, como los dirigentes sindicales Juan Carlos Smith (dragado y balizamiento) y Juan Carlos Piumato (Judiciales nacionales).  De todas maneras la última palabra la tendrá Hugo Moyano y, eventualmente la aceptación del matrimonio que hoy está en la Casa Rosada.

 

Ya por fuera del kirchnerismo el intendente de La Plata, Pablo Bruera es uno de los primeros lanzados a la carrera provincial y está dispuesto, al respecto, a enfrentar todo tipo de vicisitudes que implica no gozar de los favores que significa las atenciones del gobierno nacional y provincial, en sentido material y simbólico.

 

Procura una sociedad con el intendente de Tigre Sergio Massa, aunque reteniendo el paquete mayoritario de acciones.  Ya no se piensa en el jefe comunal del conurbano en otro rol que no sea el de acompañante y proveedor de buen cartel.

 

De hecho esa hegemonía la manifestó en la primera diferencia hallada entre ambos en cuanto a los tiempos de lanzamiento.  En febrero, Massa pidió un plazo de, al menos tres meses más para empezar a recorrer la Provincia.

 

El administrador de la capital bonaerense le dijo que no lo iba a poder esperar.  Para ese entonces, ya padecía los efectos del látigo oficialista que significó esa cabecera de playa armada por los funcionarios nacionales Julio Alak y Carlos Castagneto, acompañados de otros dirigentes provinciales.

 

Bruera fue uno de los primeros promotores de la teoría del esmerilamiento del proyecto kirchnerista y ya lo manifestaba en la previa de las elecciones, aún cuando Massa esforzaba su rol de exegeta del libreto nacional.  Luego vino su postulación y su defraudación, pero la historia es fiel testigo de los recorridos.  Por eso el intendente platense esgrime ese argumento para posicionarse primero en la fórmula, con actitudes que la lógica política aún admite, como, en plena negociación, haber pintado los muros, puentes y columnas de la Provincia ubicando en segundo término al ex jefe de la Anses y del gabinete nacional.

 

Esta conducta anticipatoria de su socio, le ha significado a Massa un gran dolor de cabeza y preocupación.  A más de un interlocutor político le ha señalado que no vio con buenos ojos estas pintadas y alusiones a una fórmula que parece forzada.  Se ve con mayor proyección generada por su buena imagen en las encuestas y no está dispuesto a ceder terreno.  Su renuncia al gobierno nacional y su decisión de volver a construir en forma autónoma le ha dado un bonus extra en su inserción ante la opinión pública.

 

Lo cierto es que Massa ha quedado madrugado por la construcción que Bruera ya inició con su acto realizado a fines de febrero y mostrándose con referentes que le pueden acercar importantes estructuras como es el caso de Alberto Fernández.

 

El platense, tras su intenso raid político, recorridos y actos plenarios de militancia, como el realizado en Mar del Plata, iniciará sus mediciones de imagen y, por que no, intención de voto hacia mediados de mayo.   Por el momento, y a partir de voceros muy confiables, asegura que ya tiene bases de apoyo en 80 distritos y que sólo será una cuestión de tiempo cubrir todo el mapa provincial.

 

Al parecer los dirigentes, tanto del oficialismo como de la oposición, mantienen su doble discurso de no hablar de elecciones, pero sí prepararse para la gran batalla del 2011.

 

Fuente: Agencia NOVA

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