La apreciación de Hernán Gutiérrez Benetti

Silicon Valley Bank: susto sí, pánico no

Columna económica.
Columna económica.

La crisis financiera que se desató en Estados Unidos, con riesgo de contagio sistémico, no tiene las mismas raíces que la fenomenal crisis de 2008, basada en la caída de las hipotecas sub-prime o "basura". Por ello, el autor estima que tiene un impacto acotado.

El gobierno de los EE.UU. retira la licencia al Sillicon Valley Bank (SVB) y –lógicamente- se dispara el temor de los depositantes. El remedio implementado por la Administración de Joe Biden es el correcto tanto en el fondo (prioriza al depositante) como en la forma (alta velocidad de respuesta). Por tanto, esta situación no merece vivirse con pánico debido a que SVB no es “subprime”.

En efecto, la gran crisis desatada en 2008, que implicó la caída del gigante financiero Lehman Brothers, fue provocada por un cáncer cuasi-intencional, ya que los bancos otorgaban préstamos masivos a personas que no poseían un trabajo estable, o no tenían un track-record crediticio serio, o ambas cosas; y a posteriori, se emitían títulos de deuda con respaldo en el flujo futuro de esos créditos (assets securization), lo cual repotenciaba la capacidad prestable de dichos bancos.

Y ese ciclo se repetía 3, 4 y 5 veces sin advertir (o ignorándolo intencionalmente) el tomador de dicha deuda que el flujo de respaldo era técnicamente siempre el mismo. En consecuencia, el “default” bajo los créditos hipotecarios originales (en cada respectiva emisión de deuda vía securitización) implicaba automáticamente el default de los títulos de deuda de grado posterior.

Distinto es el caso de SVB y otros, donde el “agujero” está casi totalmente centralizado en préstamos a start-ups sin efecto multplicador (o sea, no hay deuda con respaldo en deuda), lo cual habilita al gobierno de los EE.UU. a retornar los depósitos, o a “sugerir” a los grandes bancos que poseen posiciones en esos bancos afectados, a “comprar” (absorber) a esos colegas de menor porte, o –tal vez- un mix. Pero en cualquier caso, no advertimos un riesgo “sistémico”.

En esta oportunidad, el riesgo no sería para el depositante sino para los directivos de dichos bancos, ya que el riesgo potencial no es hoy financiero sino de índole “legal”.

Efectivamente, si parte de los depósitos prestados por SVB y otros de manera deficiente (ausencia o deficiencia de Compliance) pertenece a inversiones sujetas a doble control fiduciario, sus directivos están ante un problema legal de magnitud; es decir, si los fondos a recuperar pertenecen a estructuras de planificación fiscal y/o sucesoria, cuyos beneficiarios son menores de edad, estos funcionarios deberían ir buscando buenos abogados.

La crisis subprime, una combinación de avaricia e irresponsabilidad, fue generada enteramente dentro del marco de la ley. A la inversa, el SVB y otros –auditoría mediante- no buscaron ganancias extraordinarias, sino que la crisis habría encontrado sustento en la ignorancia o subestimación de las normas financieras y fiduciarias, y esto podría implicar cárcel para sus directivos.

Hace años advertimos que las regulaciones existentes son correctas; el talón de Aquiles está en la falta de capacitación de los controladores internos (compliance officers) y upper management (directivos), que se niegan al doble control externo con el único objetivo de reducir costos operativos. La crisis de SVB y otros, pareciera ser una crisis acotada y con responsables fácilmente identificables.


* Hernán Gutiérrez Benetti, CEO - Cleverlaw Internacional Legal Advisers. Abogado especialista en Derecho Financiero Internacional. Trust & Business Law (EE.UU.). Ha trabajado en el Tribunal Superior de Washington (EE.UU.) y ha sido International In-House Legal Advisor de bancos internacionales durante 25 años, sirviendo en ciudades como Amsterdam, New York, Hong Kong y Ginebra, entre otras.

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