Sucedieron en la madrugada del lunes, dentro y fuera de una fiesta organizada por alumnos del Instituto San José, que se conoce desde hace varios años como “San Joda”, que se desarrolló en las instalaciones del Club Atlético Argentino.
Fue necesaria la intervención de la Policía Comunal que se hizo presente en el lugar con seis patrulleros para poder controlar una serie de disturbios y peleas entre distintos grupos de personas, teniendo como resultado un joven herido que tuvo que ser trasladado a la guardia del Hospital Municipal. Se trataría de un empleado de la estación de servicio YPF de nuestra ciudad.
Los efectivos policiales debieron solicitar el auxilio de la ambulancia del referido centro de salud, que además de trasladar a este muchacho lastimado, también atendió a dos personas con golpes menores.
Se estima que en el momento de mayor intensidad de la reunión habría alrededor de 800 personas, que concurrieron en su casi total mayoría a disfrutar de buenos momentos de sana diversión entre amigos, gozando del espectáculo brindado por el reconocido músico de cumbia villera, Mc Caco.
Se trata de situaciones que, con diversa magnitud se repiten en casi todo este tipo de reuniones, bastando recordar que en la última llevada a cabo en el mismo lugar, varios vehículos fueron dañados.
Es lamentable que se sucedan estos hechos, ya que por un lado empañan el esfuerzo, el espíritu y la finalidad de este tipo de eventos que sirven para que los chicos sumen fondos que les serán de utilidad durante el año para sus objetivos en el último curso de escuela y, por otro y, quizás lo más preocupante, colocan en riesgo la vida de todos los que participan o pasan casualmente por la zona.
Hasta el momento desde la Estación Policial Comunal no ha existido información sobre la existencia de demorados por estos incidentes que, repetimos, provocaron que seis patrulleros y una ambulancia tuvieran que intervenir, lo que da una noción de la importancia de los desmanes.
No vamos a realizar aquí especulaciones sobre las causas de estos desórdenes, por respeto, volvemos a remarcar al esfuerzo que realizan los chicos y sus padres con el acompañamiento de las escuelas para llevar adelante este tipo de acontecimientos que por su esencia y finalidad deben continuar.
Creemos indispensable un control más estricto de los organismos municipales y de seguridad, en las horas previas, dentro y fuera de las inmediaciones del lugar y, luego marcando presencia tanto en el ingreso, como en salida. Poniendo el mayor énfasis en detectar a los grupos violentos, para impedirles que arruinen con sus comportamientos estas necesarias reuniones.
