Hasta el intendente Claudio Rossi salió a limpiar la ciudad ante la nevada de panfletos contra él y su secretario de Seguridad, el inefable abogado penalista Miguel Núñez. El jefe comunal ordenó que salgan todos a juntar papelitos ante “el irrespetuoso que nos está ensuciando”, dicen que bramó.

Muchos vecinos reían ante la dantezca escena y algunos observaban atónitos ya que no podían creer lo que veían: el intendente Rossi y sus funcionarios estaban trabajando por primera vez. El cuadro era para alquilar balcones y aplaudir, pero a la persona que los hizo trabajar.

Maximiliano Pansu, el hombre que denunció penalmente a Núñez por negarle un turno para sacar su registro de conducir y amenazas, fue el autor intelectual y material de la panfleteada. Al mismo tiempo que desvalijaban la vivienda de la calle Vélez Sársfield, Pansu era hostigado por el mismo comisario Luján, titular de la Estación de Policía.

Fue Núñez quien envió al funcionario policial al domicilio de Pansu a increparlo. El hostigado lo reconoció ya que cuando Núñez lo amenazó, Luján estaba presente, por lo que se ampliaría la denuncia comprometiendo al comisario en la misma. “Voy a ir hasta las últimas consecuencias”, habría dicho el denunciante a sus íntimos.