Un gran malestar hay entre las aspirantes a agentes de policía por las acciones de un funcionario de la fuerza que habría mantenido relaciones con al menos dos mujeres estudiantes y posee en su haber denuncias por violencia de género.
Esta persona, que es una de las formadoras, acosaría a más de una cadete haciendo gala de su autoridad y su ubicación en la academia, ya que sería uno de los evaluadores finales, quien otorga el beneplácito a los estudiantes.
Esta situación preocupa por demás a las autoridades tanto policiales como municipales, ya que trataron de tapar el hecho para que no trascendiera. No obstante tales sucesos salieron a la luz y por estas horas estarían estudiando una salida elegante para el uniformado sin ocasionar un bochorno, como los tantos a los que nos ha acostumbrado la gestión del intendente Claudio Rossi y su secretario de Seguridad, el inefable abogado penalista Miguel Núñez.