El intendente municipal, Claudio Rossi, no se aguantó una interpelación que le hicieron las autoridades partidarias del radicalismo, ni los afiliados a la centenaria fuerza en la clásica sesión ordinaria de los lunes, en el local de Mitre 370.
“Yo no estoy para cosas chiquitas”, fue lo que manifestó el jefe comunal antes de irse dando un portazo y dejando congelado a más de un boina blanca que no podían entender la actitud del intendente en su propia casa.
Sucedió que Rossi no pudo responder convincentemente a las preguntas inquisidoras sobre la gran ola de inseguridad que estamos viviendo en los últimos cuatro meses, el grado de violencia con el que actúan los delincuentes y la pasividad e impotencia por no poder controlar la situación de parte de las autoridades municipales.
Tal vez Seguridad sea el área más floja, junto a Promoción Social, del gobierno de Rossi, quien no soporta ya las críticas de sus correligionarios, hasta tal punto que le habría comentado a uno de sus colaboradores más íntimos que “estoy analizando la posibilidad de no ir más al Comité, son todas pálidas y no reconocen nada”.
Otro de los temas por el cual fue abordado Rossi por el plenario radical fue la falta de los aportes a las cuentas del partido de parte suya y de sus funcionarios, a lo que el jefe comunal respondió con evasivas. Cuando el tono de las preguntas fue subiendo, se levantó y soltó la frase “yo no estoy para cosas chiquitas”. Dio media vuelta y se fue del lugar, dejando atónito a más de una persona que se encontraba en el recinto.
Cuando la administración Rossi aun no terminó de acomodarse, ya le ofrecieron al intendente pegar el salto hacia las filas del PRO, abandonando la UCR y sumarse, de esa manera, a las filas macristas pensando en fortalecer el territorio. Rossi ve con buenos ojos ese ofrecimiento, ya que sería confirmar política y partidariamente lo que está haciendo con la gestión: mucho funcionario PRO y poco radical.
Desde el centenario partido esto es visto con mucho recelo, ya que Rossi (en voz baja le dicen ‘El Soberbio’) no deja opinar a sus correligionarios. En Mitre 370 están que trinan porque varios correligionarios quedaron afuera de la repartija y ven una intendencia más de globos amarillos que boina blanca.