Un método poco habitual se aplica en Junín para recaurdar por el alumbrado público. En la localidad donde gobierna Petrecca, cada frentista paga un porcentaje (18 por ciento) del consumo eléctrico del hogar cuando debiera ser una suma fija ya que todos usan la vía pública de igual modo y como si fuera poco, en la factura del CVP aparece un ítem por cobro de luminarias, lo cual podría tratarse de una doble imposición.
El canon a pagar por tener luz en las calles, con lámparas en pésimo estado, se torna realmente injustificado. Si bien la ley provincial N° 10.740 se autoriza al municipio a cobrar una tasa por alumbrado público en la factura de EDEN, la cual es del 18 por ciento del consumo, la luz de la calle es de uso común para todos los frentistas.
Esto significa que si una vivienda gasta 100 pesos de luz deberá pagar 18 pesos para destinarlos a la iluminación de las calles. Pero si uno gasta 1000 deberá destinar 180 pesos para ese servicio, abonando 10 veces más, pero usando la luz pública del mismo modo. En el caso de un terreno baldío, no pagaría nada.
Este sistema se muestra perfectamente inequitativo y permite al municipio “avariento”, que en lugar de tratar de aliviar el bolsillo del vecino lo agobia, recaudar más para seguir despilfarrándolo en una gestión que no arregla las escuelas pero apura la construcción de refugios para esperar un colectivo que aún no llegó.
Como si fuera poco el abuso por parte de la administración comunal, los habitantes de Junín pueden estar en medio de una doble imposición porque quienes ya pagan de modo injusto un porcentaje para la tasa de alumbrado público (cuando debiera ser una suma fija), en la factura por la tasa de Conservación de Vía Pública (CVP), la municipalidad coloca un ítem en su boleta correspondiente a “barrido mecánico, recolección y Lum (¿luminarias?) lo cual se estaría cobrando por lo mismo dos veces, generando con ello, de ser así, un error grave que hasta algunos podrían considerarlo como estafa.