Estos hechos lamentables han sucedido durante la semana que está finalizando.
Las indefensas víctimas fueron tanto los que estaban en situación de calle, como otros que se encontraban dentro de propiedades privadas.
Los episodios comenzaron a trascender por las redes sociales, motivando la intervención tanto de las organizaciones locales que siempre están presentes velando por estos animales, como de las autoridades municipales de bromatología.
Los indicios y testimonios recogidos hacen presumir que las muertes serian consecuencia de envenenamiento.
Tanto los profesionales del organismo municipal, como veterinarios particulares tomaron muestras de lo que habrían ingerido los perros.
Asimismo dos de los cuerpos de estos infortunados, fueron remitidos por las autoridades a la ciudad de La Plata, aguardándose por estas horas los resultados de los análisis que confirmen las causas de las muertes.
Los vecinos manifiestan que en otras oportunidades se han producido situaciones similares, pero no de la magnitud y el alcance de la actual, ya que ahora se están registrando una gran cantidad de casos y en diferentes sitios del barrio, no como en anteriores ocasiones en las cuales se focalizaban solo en una determinada zona.
No obstante los relatos si coinciden en señalar como posible responsable de esta acción a un vecino del barrio, al cual por el momento no pueden acusar con pruebas contundentes que confirmen sus sospechas.
Lógicamente, más allá del valor de la vida de los perros, la preocupación pasa por el riesgo potencial que se cierne sobre la salud de las personas, en especial los niños del lugar.
Lo concreto es que una gran cantidad de vecinos del lugar están en alerta por la situación, aguardando la información oficial sobre las causales de las muertes.