La Municipalidad de Junín tomó cartas en el asunto tras la denuncia del Foro de Ambientalistas Junín (FODAJ) y el medio Semanario, tras detectarse a unos cientos de metros de la ruta 7 y pegado a un camino rural, la presencia de una treintena de bidones de agrotóxicos de alta peligrosidad.

Si bien la noticia difundida por dicho medio alcanzó estado público el pasado 2 de junio, recién este sábado 13 de julio personal municipal arribó al lugar y constató la flagrante infracción. Marcelo Rosetti, quien está encargado del control de las fumigaciones, llegó hasta la entrada de un campo de la familia Itoiz, a unos 300 metros de la ruta 7, a la altura del kilómetro 246 del Paraje La Agraria.

Allí, a ambos lados de la tranquera y hacia adentro, se hallaban unos treinta bidones de entre 5 y 20 litros de plaguicidas y herbicidas de diversa toxicidad. “Los mismos fueron arrojados en forma irresponsable, habiendo un exigente protocolo de seguridad que los encargados de la producción agrícola no cumplieron, por lo que serán sancionados a partir de la legislación provincial, mientras que el hecho será denunciado además a la policía ambiental por los funcionarios municipales”, explicaron desde Semanario.

Sin embargo, no se pudieron retirar los bidones del predio, ya que se exige un protocolo de seguridad y conocimiento que no pueden llevar adelante trabajadores municipales que no cuenten con la indumentaria adecuada y la capacitación para su manipulación. Tanto el secretario de Desarrollo, Eduardo Albarello, y la directora de Ambiente, Perla Casella, fueron notificados del hecho y cumplimentarán esa misma medida a los propietarios del campo.

El hecho demuestra que a pesar de la propaganda de “Buenas Prácticas” sostenida por este municipio, es imposible seguir manejando venenos para producir alimentos y menos aún tener que padecer los efectos colaterales que éstos causan sobre todo ser vivo en el medio rural, semi rural e incluso las ciudades.