Las heridas sufridas por una criatura de dos años, por las mordeduras de un perro suelto en la Plaza España hace unos 10 días, provocó la reacción de los vecinos, las organizaciones protectoras y, principalmente, de la delegación local de la Defensoría del Pueblo.
Precisamente su titular, Ramiro Baguear, realizó una amplia convocatoria a una reunión, que se concretó el pasado miércoles 24 de enero.
El motivo principal fue debatir propuestas para terminar con el problema de la gran cantidad de perros en situación de calle que existe en nuestra ciudad y las lógicas complicaciones que esto trae aparejado.
La participación fue importante, desde el punto de vista de la representación de todos los sectores que de una u otra forma están involucrados en la problemática.
La reunión se llevó a cabo en un marco de respeto, más allá de las discordancias lógicas, pero básicamente se llegó a un par de conclusiones desde donde partir para comenzar a vislumbrar una solución.
Se ha resaltado la importancia de la castración, acompañada de campañas de difusión, educación y, principalmente desde el Municipio, hacer cumplir lo dispuesto en la legislación vigente al respecto.
Las autoridades deben formar equipos de trabajo que recorran todos los barrios, casa por casa, para llevar a cabo estas medidas.
Quienes representaron al Municipio se comprometieron a presentar en un plazo de 20 días para presentar su proyecto en cuanto al centro de zoonosis anunciado días atrás, con la remodelación y ampliación del refugio canino.
La única nota discordante la dio el secretario de Salud, Mario Raposo, que tuvo un par de frases desafortunadas para la ocasión e incluso llegó a ser desmentido en algunos de sus anuncios, por los propios empleados municipales, encargados del predio que estuvieron presentes en la convocatoria.
Más allá de esto, el resultado de la convocatoria genera buenas expectativas y, habrá que esperar que no todo quede en palabras y se vayan viendo acciones concretas.