La Delegación local de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Ramiro Baguear, está ocupándose de esta situación, en primer término, acompañando a los familiares de las personas detenidas el martes 26 de junio, acusadas de usurpar un terreno sobre calle Pellegrini, casi Ruta 31.

El defensor mantuvo una reunión con el comisario Pablo Fernández, titular de la dependencia policial, quien le confirmó la detención de once personas, en el momento en que ingresaban al predio que da a Pellegrini.

De estos once, uno fue liberado en la noche del mismo martes 26, y los restantes serán trasladados a prestar declaración a los tribunales de Junín, estimando que luego de este trámite, serían liberados, atento a que poseerían antecedentes.

También dialogo en el lugar con las familias que permanecen allí, mientras se gestiona una salida a esta problemática de la falta de viviendas en nuestra ciudad.

En las últimas horas se han sumado más personas, estimando que son cerca de 150 familias, con muchos chicos y en una condición de precariedad muy evidente, que debería activar alguna acción de contención, desde el área de Promoción Social del Ejecutivo municipal, que quizás ya se inició, sin que se haya informado al respecto.

Pues debería encararse la cuestión sin preconceptos sobre el origen de esta toma, puesto que la realidad indica que más allá de algún oportunista de turno, el problema de la falta de vivienda existe y agobia cada vez a mayor cantidad de vecinos de nuestra ciudad, en este caso, que van quedando fuera de toda posibilidad de acceder ya no solo a la quimera de ser propietarios, sino a la de alquilar algo digno de albergar a su familia.

Y sin sumarle a esto el costo actual de los servicios básicos para una mínima calidad de vida, como la luz, el gas, el agua, cobertura de salud y acceso a la educación.

Habrá que aguardar por un lado, si se llega a una solución negociada, como es la aspiración del municipio o, por el otro, si la Justicia toma una determinación en cuanto a ordenar o no un desalojo.

Por el momento se mantiene una tensa calma, con la presencia, como medida disuasiva para ahuyentar nuevas intrusiones, de personal policial en la intersección de Balcarce y Carrasco.