De abril a esta parte la situación de las universidades nacionales no mejoró demasiado y hasta incluso podría decirse que empeoró. Por tal motivo, las calles de la Ciudad de Buenos Aires se vieron colmadas con una masiva movilización en la que estudiantes, docentes, trabajadores y sindicatos se congregaron para defender la educación pública.

En este escenario, como informó Laotracara.info tal complejo, con un brutal ajuste y en medio de las confirmaciones de que Javier Milei vetará la Ley de Financiamiento Educativo aprobada tanto en Diputados como en el Senado, cientos de miles de personas se movilizaron en distintos puntos del país. Incluso, varios sectores políticos también participaron de la marcha, abarcando desde la izquierda hasta la centro derecha.

Dentro de la provincia de Buenos Aires, participaron los funcionarios del Gobierno, sumado a la vicegobernador Verónica Magario y los intendentes de distintos distritos bonaerenses.

Pasado el mediodía, las arterias principales en las inmediaciones a la Plaza Congreso comenzaron a llenarse de manifestantes. Agrupaciones políticas y estudiantes, gremios, organizaciones sociales protagonizaron un encuentro histórico, tal como había pasado hace unos meses en medio de una gravísima crisis sin precedentes en las universidades.

Poco a poco las columnas fueron llenando la plaza y en las calles aledañas la presencia se hizo sentir. Cánticos en contra de Milei y a favor de la universidad pública se oyeron durante toda la tarde, hasta que cerca de las 17 horas en el escenario principal comenzaron a escucharse las voces de los distintos oradores de la jornada.

La masiva movilización será sin dudas un punto de inflexión para lo que viene, teniendo en cuenta que el Presidente aseguró que vetará la ley en las próximas horas. De confirmarse su promesa, al igual que sucedió con el incremento en los haberes de los jubilados, la responsabilidad pasará nuevamente por las manos de los diputados y los senadores.

Es por ello que los cientos de miles de personas que marcharon no solamente por CABA sino también en distintas provincias y ciudades del resto del país, marcaron un firme posicionamiento: la defensa a la universidad pública. Con este mensaje, los legisladores nacionales deberán refrendar o en su defecto rechazar el veto y ya comenzó a realizarse el poroteo.

Lo cierto es que el desfinanciamiento de Milei a las universidades no es meramente un error, sino más bien esa una decisión política. El trasfondo de esta brutal embestida es claro: desde la Casa Rosada persiguen el objetivo de arancelar las universidades, por lo que un primer paso para lograrlo es vaciarlas y quitarles los fondos necesarios para su funcionamiento.

Pero, tal como si todo esto fuera poco, el Gobierno también avanzó en un salvaje ajuste sobre el salario de los docentes y no docentes. Teniendo en cuentas los aumentos del Ejecutivo, comparados con la enorme escalada de la inflación (sobre todo en los meses de diciembre, enero y febrero), se calcula que la pérdida del poder adquisitivo ronda el 50%.

Por tal motivo será fundamental el rol de los legisladores, no solamente en lo que respecta al sueldo de los trabajadores, sino también en relación a los fondos para que las unidades académicas de la Argentina puedan seguir funcionando. En medio de la crisis, son muchas las facultades que atraviesan serias dificultades que podrían agravarse en los próximos meses.

Cabe recordar que para alcanzar el rechazo al veto presidencia, se necesitan alcanzar dos tercios de los presentes en el recinto. Con este panorama, los cálculos para saber qué sucederá se empezaron a vislumbrar de acuerdo a la participación de los distintos espacios políticos con representación en el Congreso que estuvieron en la marcha.

En este sentido, la enorme movilización logró juntar a sectores del peronismo, del radicalismo, de la Coalición Cívica y hasta incluso del PRO como el caso de Horacio Rodríguez Larreta. Todos ellos apoyaron el reclamo en defensa de la educación pública, por lo que a priori, Milei no tendría los números necesarios para refrendar su postura.

Para que eso no suceda será clave el rol del radicalismo y de los bloques que responden a los gobernadores. En cuanto a los diputados de la UCR, se presume que los 33 se mantendrían en favor del financiamiento y en contra del veto, tal como sucedió en la sesión en la que se aprobó la ley. Pero, claro está, todo puede ser y quizás alguno esté analizando cambiar de opinión.

Por otro lado, en Encuentro Federal, la bancada que responde a Miguel Ángel Pichetto, también manifestaron su postura de sostener la ley aprobada. Lo mismo sucede con la Coalición Cívica y otro de los sectores que podría ser clave por su predisposición al diálogo es el de Innovación Federal, de fuerte ascendente provincial.