Las últimas lluvias seguramente han contribuido a la proliferación de los mosquitos en nuestra región, pero ante la actual situación, cabe preguntarse si esto se puede evitar y en caso de no ser así, si resulta posible amortiguar sus efectos.

Y luego remarcar la responsabilidad de las autoridades en cuanto a programar y sostener un diagrama de fumigaciones en lugares claves, mantener zanjas y canales desmalezados, arreglar calles, cuyos pozos resultan un criadero ideal, entre las más notorias.

Y tampoco escapamos los vecinos con conductas que ayudan a la multiplicación de los mosquitos, como crear mini basurales, no desmalezar terrenos, no sumarse al descacharreo, entre las que se pueden evitar.

En definitiva, por estos días quizás habría que volcar mayores recursos económicos y humanos, para intensificar fumigaciones que puedan paliar un poco esta invasión tan molesta, y que puede afectar nuestra salud.