Maria Eugenia Vidal decidió jugar a las escondidas con los estatales de la provincia y espera una ayuda de los intendentes.
Por
Maxi Pérez, corresponsal de NOVA en Casa de Gobierno y Legislatura
bonaerense
Se
comía la cancha durante la campaña, sobre todo cuando los números la empezaron
a favorecer. Después de la primera
vuelta fue la frutilla del postre en cada recorrida del entonces candidato de
Cambiemos Mauricio Macri, sin embargo luego de asumir el mando de la provincia
más importante del país, María Eugenia Vidal relegó parte de su protagonismo y
eso ya empieza a crispar a algunos.
“No
le quiere robar protagonismo al presidente” dicen los más cercanos; “está esperando
el momento de las buenas noticias para aparecer”, se ilusionan otros; “Siempre
tuvo perfil más bien bajo”, explican los conversos pretendiendo conocerla desde
siempre. La realidad es que tras los primeros pasos en falso, finalmente algún
asesor le sugirió a la gobernadora que para cuidar su imagen era mejor correrse
de la escena.
Las
reuniones de gabinete “itinerantes” son la excusa perfecta para no exponerse a
los flashes en exceso y poner a prueba la capacidad de control territorial de
los intendentes de cambiemos. Con el
argumento de “llevar la gestión al interior” Vidal puso a prueba un nuevo
mecanismo de comunicación que consiste en dejar correr el rumor y ver cómo
repercute en la capital, pero vayamos por parte.
Piedra libre para los docentes
El
miércoles por la mañana los únicos que aparecieron fueron Roberto Baradel,
Mirta Petrocini, Miguel Díaz y el resto de los dirigentes gremiales del sector
docentes, pero la gobernadora, los
ministros, y hasta los funcionarios de segunda línea, seguían atentamente desde
su escondite los resultados de la negociación paritaria.
El
12 de febrero será la segunda reunión de equipos técnicos para evaluar lo que
los referentes gremiales del sector esperan será una propuesta superadora. Sin embargo desde el oficialismo calificaron
el fracaso del primer encuentro como “muy positivo, porque pudimos escuchar a
los docentes” según explicó el ministro de Economía Hernán Lacunza. No es raro,
un presidente del mismo signo político consideró “muy linda”, su reunión con
David Cameron.
Piedra Libre a los estatales
El
mismo día, pero por la tarde, el juego de las escondidas llegó a su
climax. Si creyeron que con la ausencia
de la titular del ejecutivo y de sus ministros era suficiente, estaban
equivocados. Ni siquiera un atisbo de
propuesta salarial apareció sobre la mesa.
Los representantes de los trabajadores llegaron a la reunión con la idea
de instalar el debate sobre los despidos y la precarización laboral, pero se
encontraron con una indiferencia abrumadora que los dejó sin argumentos.
Mientras
tanto cobran fuerza las versiones sobre la existencia de listados elaborados
directamente en gobernación y que contendrían los datos de 500 trabajadores de
diferentes dependencias estatales cada uno.
La orden para los secretarios y directores provinciales sería la de
ejecutar sin miramientos el despido de todos aquellos que aparecen en la lista
y articular los mecanismos para minimizar cualquier protesta.
Piedra Libre para Heidi
Fueron
los bancarios los que a pesar de contar solamente con 7 despidos en la banca
pública de la provincia, salieron con los tapones de punta a marcar los errores
de Vidal. "Poniendo caritas lindas no se solucionan los conflictos",
dijo Eduardo Berrozpe, secretario de prensa de La Bancaria, en clara referencia
a la actitud un tanto naif, estilo Heidi, que la gobernador bonaerense ha
mostrado hasta el momento.
Está
claro que el comienzo del segundo mes del año es apenas una antesala de las
dificultades que deberá afrontar el gobierno a partir de marzo, cuando el
comienzo de clases sea un diploma para exhibir o una piedra en el zapato en el
comienzo de las gestión.
Habrá
que ver que tan controlada tienen la situación los intendentes de todos los
signos políticos que están buscando acuerdos con el ejecutivo para obtener
financiamiento. La prueba de fuego
comenzó el jueves en Magdalena cuando algunos de los asistentes a la reunión de
gabinete filtraron la información sobre el nuevo cuadro tarifario que podría
alcanzar aumentos del 260 por ciento.
Si
como creen en la mesa chica del PRO bonaerense, los jefes comunales tienen un
amplio margen para mitigar el descontento de los vecinos con medidas
impopulares como el aumento de tarifas, Vidal podrá salir del escondite y
salvar la situación. Si no es así, la
conflictividad social seguramente la obligara seguir oculta esperando que el
juego se dilate lo suficiente como para que se cansen el resto de los
jugadores, tanto como para que ya no les importe perder.
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