Pasó la semana en que se suponía se iba a completar esta  obra, sin que ello sucediera.

No obstante, lo que sí ocurrió, sorpresivamente, fueron trabajos realizados por Clyfer y algunos trabajadores municipales, sobre las bocacalles de esta arteria con las intersecciones de Paso y 9 de Julio, donde se levantó el hormigón existente que luego será reemplazado por el llamado asfalto negro, como lo definen los mismos operarios.

De acuerdo a los testimonios obtenidos, estas tareas son necesarias para que la empresa reasfaltadora  pueda actuar sin contratiempos.

Ahora bien, nos permitimos hacer un par de observaciones como legos que somos en la materia, por lo tanto quizás los ingenieros actuantes tengan una explicación profesional, a estas cuestiones.

Primero nos parece ilógico que se rompa el hormigón, un material más duradero en el tiempo para reemplazarlo por este asfalto. El argumento es que deben alinear toda la calle por el ancho de la maquinas que se utilizan. Quizás un buen trabajo artesanal en estos pocos metros, hubiera permitido dejar el hormigón.

Segundo, si esta empresa comenzara con el reasfaltado esta próxima semana, porque entonces se cubrieron rápidamente con tierra compactada los huecos del hormigón faltante. La respuesta fue para que circulen los vehículos. No nos parece razonable semejante despliegue por dos días en los que se podría haber mantenido restringido el tránsito. Era solo paciencia.

Todos interrogantes que se develaran el martes, luego de un fin de semana muy largo para todos estos vecinos que van pasando del escepticismo a la esperanza.