LA PLATA, Abril 20.-(Por JOSE PICON)Cuando el próximo martes se presente en sociedad el espacio de centroizquierda que integran el radicalismo, Elisa Carrió y los socios del Frente Amplio Progresista, se habrá completado el elenco de actores principales que disputarán el turno electoral del año próximo.

La aceleración de los tiempos políticos barrió de un plumazo el almanaque imaginario que indicaba que recién tras la cita futbolera de Brasil se dispararía la campaña 2015, y obligó a al FAP, la UCR y UNEN a esconder bajo la alfombra algunas diferencias para no perder el tren que ya viaja a una velocidad considerable y en el que ocupan butacas, entre otros, Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri.

La foto de la unidad que mostrará a Hermes Binner, Julio Cobos, Ernesto Sanz, Carrió, Margarita Stolbizer y Pino Solanas, entre otros integrantes del espacio “progresista”, no sólo tendrá impacto nacional: también generará reacomodamientos en territorio bonaerense donde se jugará buena parte de la batalla interna entre los al menos cinco precandidatos a presidente anotados por ese armado.

Pero la Provincia ofrecerá sus múltiples matices, su amplia geografía y su poder decisivo por su peso electoral, para resolver otro de los dilemas, quizás el más controvertido que tendrá que afrontar la sociedad FAP-UNEN: el acercamiento que propician algunos dirigentes hacia el PRO de Mauricio Macri.

 AFERRADOS A LOS NUMEROS

La debacle electoral del año pasado donde la lista bonaerense del espacio cosechó un magro 11% de los votos, parece haber quedado sepultada en el imaginario de sus dirigentes. Envalentonados por las últimas encuestas, afirman que “arrancamos de un piso del 25%”.

Suman, para ello, los porcentajes que, en forma separada, obtendrían según esos sondeos que se conocieron, Binner, Cobos y Carrió. “Lo que suma cada uno es fácilmente trasladable al candidato que quede”, se entusiasman en el radicalismo.

Creen incluso, que garantizada la “competitividad electoral” nacional del espacio, la orfandad de un dirigente de peso en la Provincia que traccione y que evite el despiste electoral bonaerense de los últimos años, no sería un problema grave.

 “La elección va a ser nacional. Y además, ningún candidato a presidente de ningún espacio tiene hoy un candidato a gobernador que mueva el amperímetro”, razonan. El desafío de la centroizquierda pasa por encontrar la llave mágica que la deposite en la definición mano a mano con el otro aspirante a suceder a Cristina Kirchner que ingrese al ballotage.

 Creen que la división del voto peronista entre Massa y el representante que surja de las Paso en el Frente para la Victoria donde Scioli arranca con ventaja, puede allanarles el camino.

Sin embargo, mientras los organizadores del acto que se desarrollará en el Teatro Broadway buscaron cuidar las formas y para evitar roces decidieron que no haya oradores -se pasarán dos videos y Jairo cantará el Himno-, en las últimas horas aparecieron los primeros chispazos sobre una posible alquimia electoral que genera urticaria en algunos dirigentes: el posible entendimiento electoral con Macri.

VISITAS SUGESTIVAS

Carrió fue quien hace varias semanas rompió el hielo y salió a sugerir esa posibilidad. Luego prefirió guardar silencio ante el tembladeral que provocó. Pero en las últimas horas otro presidenciable, Julio Cobos, volvió sobre el tema aunque lo planteó como un posible entendimiento para el caso de que el acuerdo FAP-UNEN llegue a una segunda vuelta con uno de los candidatos surgidos desde alguna de las variantes del peronismo.

“Hay conversaciones informales entre algunos dirigentes pero ninguna negociación en marcha”, admiten desde sectores de la UCR bonaerense. “Pero hoy no hay condiciones objetivas para avanzar”, completan.

El macrismo ha venido produciendo gestos de acercamiento en la Provincia, pero concentrados solamente en dirigentes radicales con responsabilidad institucional. En esa línea se inscriben las visitas que la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal realizó a los intendentes de Pergamino, Chascomús y Coronel Dorrego.

Pero esos contactos perecerían apuntar más a ensanchar la base de sustentación del PRO en la Provincia con el posible acuerdo con extrapartidarios, que una movida macro para cerrar con todo el arco radical y el resto de la centroizquierda.

 Ayer, Binner y Solanas salieron a descartar un posible entendimiento con Macri. Pero para el cierre de los acuerdos falta nada menos que un año. “Y se va a fantasear mucho con esto”, decían en la UCR.(Fuente: EL DIA)