La pesadilla va encontrando su final feliz. Desde que se reactivó, la obra no ha sufrido interrupciones y, las casas que se están terminando en esta etapa ya están siendo techadas.
Aún restan construir viviendas que en unos casos deben serlo desde la base y en otros culminar lo ya iniciado.
Los fondos son girados por el Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires.
Se van enterrando más de 25 años de vergüenza.