Ojos que ven

La nueva terminal de ómnibus de Junín avanza envuelta en problemas

Estaría terminada el próximo año, pero sus litigios judiciales aún están lejos de culminar.
Estaría terminada el próximo año, pero sus litigios judiciales aún están lejos de culminar.

Por Javier Orellano, corresponsal de Rojas Ciudad en Junín

La obra de la nueva terminal de ómnibus, algo polémico si lo hay en nuestro medio, va desarrollándose lentamente pero a punto de concluir.

Desde el municipio ya anunciaron que el corte de cintas será el año que viene y seguramente el intendente y contador Pablo Petrecca estará calculando los días para que concuerden los festejos con su campaña reeleccionaria.

En el “mientras tanto”, nadie parece prestar atención a los litigios judiciales que se desarrollan y que podrían dejar sin estreno y con un grave problema al jefe comunal amarillo.

La obra estaría plagada de vicios judiciales, que no sólo se relacionan con el convenio al que se llegó por parte de la administración de Mario Meoni en 2012, augurando una especie de canje por los terrenos de la actual terminal, sino además que el predio donde se ha construido, forma parte de los “humedales” de la provincia.

La ruta 7 entre avenida de Circunvalación y el canal del río Salado es una zona con gran valor ambiental que no podría cobijar semejante construcción si no es con la anuencia de la provincia de Buenos Aires y el Concejo Deliberante local. Autorización que hasta el momento no existiría.

Ha habido innumerables llamados de atención respecto a los humedales y el cambio climático. Desde el sitio “Humedales Argentinos” se advierte que en esas "áreas" el agua juega un rol fundamental determinando su estructura y sus funciones ecológicas.

Tanto las administraciones de Abel Miguel, Mario Meoni y hoy Petrecca han carecido de un perfil que tenga en cuenta la ecología juninense y fueron pocas las voces de la comunidad que levantaron este reclamo.

Las dificultades que atraviesa Junín como el relleno sanitario, la falta de tratamiento de líquidos cloacales, la contaminación por agroquímicos, la agricultura salvaje, el arsénico en agua potable y los desbordes lagunares, entre otros, son la respuesta a esa desconsideración casi soberbia de intendentes y ediles que entendían que la ecología era un tema menor y había “otras urgencias”.

Es precisamente la doctora Mary Mitchell quien permanentemente recuerda a la comunidad la importancia de los “humedales” que forman parte de la geografía juninense, al referirse (ya lo había hecho en 2016) a la ubicación ilegal de lo que sería la nueva terminal de colectivos juninense.

La ex jueza del departamento judicial local, señaló que esta construcción inmobiliaria está asentada sobre tierras de humedales del Río Salado y el Código de Ordenamiento Urbano Ambiental del Partido de Junín “no autoriza construcciones de uso permanente en toda la lonja de tierras inundables que van desde la laguna de Gómez a la laguna El Carpincho”.

Y añadió que de habilitarse el uso de esa construcción para el funcionamiento permanente de una terminal de ómnibus, “se estará violando todo el ordenamiento legal vigente en materia ambiental” porque no hubo una ordenanza que modificara lo anterior.

Por lo tanto, explicó Mitchell, “no se puede habilitar, ya que está fuera de la normativa”. La apreciación de la ex jueza está basada en la legislación, lo llamativo es que desde el municipio –antes y ahora- se siguió adelante con la obra más allá de estas características que le darían un viso de ilegalidad.

Una más

Pero a la nulidad de las acciones que podrían ir contra el futuro de la nueva terminal en materia ambiental se le debe agregar, también desde la óptica de la ex jueza, presuntos “errores administrativos” que no permitirían el “canje” de los terrenos actuales por la nueva obra

Mitchell afirma que existe una marcada letigiosidad respecto a la “entrega” de los terrenos de la actual terminal a la empresa constructora.

“Hace seis años se viene tramitando ante la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires el expediente N° 72.267/2012 en el que se planteó demanda de inconstitucionalidad y nulidad absoluta de las ordenanzas municipales que autorizan la venta del predio y la causa, desde el mes de agosto del año pasado, se encuentra en estado de dictar sentencia, lo cual permitiría la transacción”.

Si la Corte falla en contra de las ordenanzas, la terminal continuaría en el mismo lugar que ahora y la obra en la ruta 7 será un elefante blanco producto de la imprevisión municipal.

Según Mitchell habrá que esperar el fallo de la Corte, antes de llevar a cabo cualquier traspaso de terreno y /o inauguración de la nueva obra.

Asimismo, la ex magistrada consideró respecto al pago de la obra, en el caso de avalarse la transacción, “que el pliego de bases y condiciones de la licitación pública municipal, en su artículo 4, conviene un precio único de pago de la obra y que es con la entrega del terreno municipal de la actual terminal No contempla intercambio monetario sino una permuta de terrenos por la nueva construcción”.

De todos modos, según la licitación aprobada en 2012, son cuatro las obras que deberá entregar Rowing a cambio de los terrenos ubicados en Avenida San Martín y Sáenz Peña, ya que el compromiso con la empresa era no sólo la construcción de la terminal sino además: “la pista de la salud, un gimnasio y un edificio administrativo”.

Por consecuencia, aseguró Mitchell, “el pago del precio del objeto único licitado integrado por esas cuatro obras, con la entrega por permuta del terreno de la actual terminal, estaría condicionado a que la adjudicataria Rowing S.A. entregue finalizadas las cuatro obras a la Municipalidad”, según consta en la licitación 20/2012 y cuyo pliego de condiciones puede obtenerse ingresando a la web.

Humedales en Junín

La región de las Pampas está constituida por una extensa planicie salpicada de lagunas de agua dulce o salobre, en general de escasa profundidad. Además de las lagunas permanentes o semipermanentes, se generan en la zona una enorme cantidad de cuerpos de agua temporarios que tienen un papel fundamental para la fauna regional, así como para la recarga de las napas freáticas y distribución de nutrientes.

La República Argentina aprobó la Convención sobre los Humedales en el año 1991, a través de la sanción de la Ley Nº 23.919, que entró en vigor en septiembre de 1992 y entre sus consideraciones la “comunicación, educación y concienciación (sic) del público”.

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