La directora del Instituto provincial del Cáncer Alejandra Fontao (tercera a la derecha) junto a las autoridades del hospital de Oncología Luciano Fortabat.
OLAVARRÍA-BUENOS
AIRES, Abril 15 (www.RojasCiudad.net)
Está comprobado: el estado de ánimo cumple un rol fundamental en la
recuperación de los pacientes oncológicos. En las mujeres, sobre todo, la
motivación se asocia con la posibilidad de recuperar una imagen natural de sí
mismas, en especial, cuando se empieza a caer el cabello como consecuencia del
tratamiento.
Es
por eso que el Ministerio de Salud de la Provincia creó dos bancos en
hospitales donde se dona cabello y se confeccionan pelucas, además de capacitar
al equipo de salud en cuidados paliativos.
“Empezar
a vincular el cáncer con la vida y no con la muerte es el primer paso para dar
batalla a la enfermedad”, señaló el ministro de Salud, Alejandro Collia. Y
agregó que “el Instituto provincial del Cáncer, que creamos en 2011 por
decisión del gobernador Daniel Scioli, se encarga de generar estadísticas sobre
la enfermedad y de generar políticas públicas acordes a esos datos para mejorar
la calidad de vida”.
Este
aporte se suma a la entrega, por parte del gobierno provincial, de medicación
oncológica y de alto costo destinada a más 3 mil pacientes que no cuentan con
cobertura de obra social.
Los
especialistas coinciden en que, en el caso de las mujeres, la caída del cabello
genera un gran impacto que, en ocasiones, repercute fuertemente en la
autoestima.
“Es
ahí cuando la estética cumple un rol central dentro de la oncología”, señaló la
directora del Instituto, Alejandra Fontao y explicó que “hoy se trabaja en la
integración al tratamiento de los cuidados paliativos, sobre todo, por el
desánimo que suele generar un diagnóstico de cáncer”.
Por
eso, la cartera sanitaria junto con la ONG marplatense Lanitas de Luz, promueve
la donación de cabello para la confección de pelucas que, luego, son donadas a
los hospitales públicos bonaerenses y a otras organizaciones.
“Para
que sirva, el pelo debe tener unos 25 centímetros de cola. Después de cortarlo,
se lava y se acondiciona para confeccionar la peluca”, explicó Fontao. Y agregó
que en Mar del Plata, donde se realizan operativos y campañas mensuales, muchos
peluqueros se prestan a realizar el servicio de manera gratuita.
Pero
la iniciativa, que por ahora tiene epicentro en Mar del Plata, pronto se verá
replicada en varios establecimientos de salud públicos. “El objetivo es llegar
a instalar la propuesta en todos los hospitales de la provincia”, indicó
Fontao.
Los bancos de pelucas
Las
experiencias exitosas de los hospitales “Evita Pueblo” de Berazategui y
“Luciano Fortabat” de Olavarría pueden servir como ejemplo. Allí, los dos
bancos de pelucas funcionan no sólo como un servicio para los pacientes en
tratamiento, sino también como un espacio de contención, donde se intercambian
experiencias, miedos y dudas, y se realizan cursos de maquillaje y de belleza
oncológica.
“Una
persona tarda en promedio unos 14 días en perder el pelo”, explicó Fontao. Y es
en ese proceso, donde la enfermedad y el tratamiento se vuelven más agresivos y
repercuten no sólo desde lo físico, sino también en lo emocional.
“Por
ejemplo –agregó– en el caso del cáncer de mama, afecta dos cuestiones que
tienen que ver con lo femenino: la mama y el cabello, y si bien la mastectomía
es impactante, corresponde a lo privado de la enfermedad, pero la caída del
cabello la hace pública”.
El
banco del Evita Pueblo de Berazategui tiene una historia muy particular: fue
ideado por una trabajadora del centro de salud, Lily Barraza, quien vio la
necesidad luego de que le diagnosticaran cáncer de mama en 2008. “Lily reparte
su tiempo entre su trabajo administrativo y el banco de pelucas, donde además,
transmite su experiencia y escucha la de los demás”, contó el director
ejecutivo del hospital, José Potito, al tiempo que señaló que el banco hoy
cuenta con más de 40 pelucas.
En
Olavarría, en tanto, se da un proceso similar: el director ejecutivo del
hospital oncológico, José Zanelli, dice que el banco cumple, además, “el rol de
tender lazos con la comunidad, que se acerca a ayudar y se interioriza sobre el
cáncer y sus formas de prevención”. Y, si bien no todas las mujeres eligen una
peluca, aunque sí la gran mayoría, muchas se acercan porque allí encuentran un
espacio de diálogo y contención.
Cuidados paliativos
El
Ministerio de Salud organizó el primer curso de cuidados paliativos de la
Provincia, destinado a capacitar trabajadores de la salud de todas las áreas,
pero sobre todo a psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales.
“Los
modos de comunicar la enfermedad, la importancia de hablar claro y sin vueltas
sobre el tema, la comunicación entre el paciente y la familia y la contención
en cada etapa, son parte de los cuidados paliativos que ayudan a mejorar la
calidad de vida desde el aspecto psicológico”, explicó la coordinadora del
Programa de Cuidados Paliativos del Instituto provincial del Cáncer, María
Victoria Torresi.
En
tanto, Fontao aclaró que cuando se habla de cuidados paliativos “no hay que
pensar sólo en pacientes terminales, sino en personas que se encuentran en
cualquier estadio de la enfermedad”.
Y
agregó: “preferimos el concepto de ‘cuidados continuos’, porque el objetivo es
que el paciente pueda en la medida de lo posible seguir con su vida
normalmente”.
La
capacitación para el equipo de salud comienza el 20 de abril, es gratuita y
todavía hay tiempo para inscribirse. Para más información escribir a:
registrodelcancercp@gmail.com; info@cpsi.org.ar o llamar al teléfono 0221
4732-2050. (www.RojasCiudad.net)