El espacio que se le destina desde hace años en la antigua estación del Ferrocarril Urquiza en Avenida San Martín presenta innumerables filtraciones que no sólo dañan los elementos y las obras guardadas, sino que colocan en riesgo la integridad física de quienes concurren.

En los primeros días del año se pudo observar como un símbolo del deterioro, al cartel de la escuela que estaba a punto de caer. El mismo fue retirado por la propia profesora de la escuela con la ayuda de colaboradores.

Cabe destacar el gran número de asistentes entre adultos y niños que concurren durante el año, logrando una reconocida producción que puede apreciarse en diversas exhibiciones que se llevan a cabo en el salón Belcuore del CCES.

Y quizás el aspecto más considerable desde que está a cargo la joven Sabrina Nicastro es la amplia inclusión de todos los alumnos que en este lugar se ejerce de manera comprometida, no como en otros ámbitos públicos que solo se declama de manera demagógica.

Las autoridades municipales del área ya deberían estar gestionando un espacio acorde a las ganas y el compromiso que demuestran todos sus integrantes con su profe que los alienta y los impulsa a concretar sueños.